Se acabaron los delantales previstos para «Stop derroche»

Hoy hemos dado un paso importante contra el derroche. Sabemos que no acabará hoy. Cuando nos unamos todos desde nuestras casas, instituciones educativas, políticas, sociales, económicas y desde nuestros trabajos y exijamos leyes justas.. Entonces… ¡acabará el derroche!

En la tarde de hoy domingo cien personas se han puesto el delantal «Stop derroche». Como se acabaron los delantales muchas otras personas colaboraron llevando la pancarta contra el derroche o de otras maneras por la zona para el mejor desarrollo del acto.

Hacia las 17,30 empezaron a repartir pan bizcochado con mojo como pequeño signo de que se puede evitar el derroche con algo tan sencillo como bizcochar el pan. A lo largo del acto se insistió en que son necesarias muchas otras iniciativas especialmente comerciales y políticas.

Poco antes de las seis empezó el despliegue de la pancarta de 100 metros, perfectamente numerados. Sobre la pancarta figuraban mensajes alusivos a la solidaridad. Mensajes como «O luchas o te vendes» (Camilo Sánchez), «Vivir no es consumir» (parroquia de santa Brígida) y muchos otros jalonaban la pancarta. Lo mismo te encontrabas una frase del humanista Luis Vives que las manos destrozadas de un niño esclavo.

La megafonía daba unos sencillos y claros mensajes

  1. Se tiran más alimentos que los que necesitan para acabar con el hambre hoy mismo.
  2. Un tercio de la comida que se tira en el mundo lo hacemos en las casas.
  3. Se fabrican alimentos sabiendo que se van a tirar. Como la corteza del llamado pan sin corteza que se tira ya en la fábrica. Como los plátanos que se cultivan sabiendo que una parte de ellos van a la basura
  4. Dónde más comida se tira es en los supermercados. Por caducidad, por estética, por desorganización. Por voluntad comercial. Los mismos supermercados que tiran alimentos tienen la desvergüenza de hacer recogidas de alimentos que son un nuevo negocio de marketing y ventas.
  5. No hay decisión política de acabar con el derroche. Hay complicidad. El derroche también es un crimen político.

Al finalizar la marcha, ya en la zona de Cardona, unas cincuenta sillas servían para las personas que lo necesitaran mientras muchos otros permanecían de pie. El conocido humorista Jaime Marrero dio la bienvenida a todos los asistentes y fue presentando a los diferentes intervinientes. Se comenzó con la Inauguración del Monumento a la Solidaridad.

El monumento a la solidaridad es un monumento al trabajo. Trabajo es solidaridad. Solidaridad no es dar algo que me sobra; solidaridad es amar, solidaridad es morir, solidaridad es servir, solidaridad es dialogar, solidaridad es encuentro, solidaridad es caminar, solidaridad es vivir… Un misionero tras largos años de servicio escribió su experiencia: cuando un rico da algo simplemente devuelve, cuando un pobre da a un rico es servilismo, solo los pobres comparten cuando dan.

El monumento a la solidaridad no es grande porque no quiere ser un mastodonte, quiere ser itinerante,como de un metro cúbico. Sus materiales son todos usados, nada nuevo, nada noble, nada aristocrático. El monumento a la solidaridad tiene ruedas porque va a ir de un lado a otro, no quiere disfrutar de museo, tiene vocación de peregrino. Su base es un pallet, medio frecuente de trabajo, su estructura:tablas reutilizadas. Su corazón es maderas de barca de pescador que fueron después convertidas en patera que llegaba a Lanzarote. Sus pulmones el trabajo textil, tantas veces explotado, tantas veces humano, tantas veces combativo.

El monumento a la solidaridad es el monumento al trabajo . Todo trabajo es solidaridad. Todo trabajo es vocación, toda explotación es violación. El trabajo aspira al trabajo, no a la renta, no a la limosna, no a la explotación.

En el monumento a la solidaridad hay también un espacio interior. Hay una cruz y una media luna. Representan a todas las religiones que buscan la paz, aunque se concrete en los símbolos de cristianos y musulmanes. Están hechas con maderas de pateras de Lampedusa y bendecidas por Francisco.

El verdadero autor de este monumento no es un individuo genial porque el trabajo es del pueblo. El pueblo nos ha parido, al pueblo homenajeamos. Hemos conocido el amor, nos quiere, le queremos. Somos pueblo enamorado.

La forma final del monumento se la ha dado un desconocido bien conocido y tiene un nombre que no le pertenece, un nombre que es una vocación: Encuentro y Solidaridad. El pueblo autor no les pide que le sigas pero sí te ofrece sus manos -alegres en el cansancio- para salir juntos de ese ombligo que a veces se disfraza de encrucijada y les dice: ¡Vamos! ¡Solo el trabajo es solidario! ¡Vamos! ¡Hemos encontrado descanso en el amor!

Alguien dijo: «Mi Padre trabaja y yo también trabajo». Él nos llama. Si miramos al pasado decimos «Sí». Trabajo es solidaridad.

A continuación se desarrolló el festival de aproximadamente una hora de duración. Intervinieron el «Koro de la Vega», Guillermo Robaina, el grupo de niños filipinos de El patio de las culturas, el grupo de la parroquia de la villa de Teror, grupo de niños de la parroquia de san Marcos.

Además en el desarrollo del acto colaboraron: Grupo de solidaridad de la parroquia de Sta Brígida, Patio de las Culturas, Secretariado de migraciones, Hoac, Comunidad de la palabra, familias, amigos, vecinos y otras personas.

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