SOMOS

“Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón.»

GAUDIUM ET SPES 1

 

Encuentro y Solidaridad es un movimiento de Apostolado seglar de la Iglesia Católica que quiere vivir una espiritualidad de conversión a Cristo, con un progresivo amor a su Iglesia y encarnación entre los más pobres de la tierra, partiendo de la familia y equipos militantes.

Como laicos responsables queremos comprometernos por un sociedad más justa y fraterna en la caridad política. Queremos vivir una amistad social, comunitaria y autogestionaria donde nuestras profesiones y familias sirvan cada día más al bien común, a la cultura de la vida frente a esta cultura de muerte y descarte que impone nuestra sociedad imperialista.

 

“Se instaura una nueva tiranía invisible. El afán de poder y de poseer se han vuelto sin límites… El ser humano es considerado hoy como un bien en sí que se puede utilizar y luego desechar”. “Esta economía mata”
Papa Francisco

 

La situación actual de los empobrecidos, emigrantes, explotados, descartados y más débiles de la sociedad es una oportunidad para todos nosotros de reexaminar nuestras prioridades, valores y nuestra visión del mundo que queremos construir... Encontrarnos con ellos y todas sus dificultades y oír sus esperanzas y sueños, toca nuestras vidas y nos recuerda lo que verdaderamente cuenta: El amor solidario permanece, lo demás desaparece. Queremos vivir nuestra fe y nuestra vida sin disociación: nuestra fe que es encuentro con Cristo y nuestra vida que debe ser reencuentro solidario con Cristo en nuestros hermanos los más pobres.

Trabajamos por una cultura del encuentro y la solidaridad, del amor y la verdad, del bien común y la justicia social, de respeto a la vida y a la creación, como signos concretos de la fraternidad y como bases de una revolución moral que sostenga una vida más digna y derribe los muros que dividen y matan en nuestro mundo.

 

“La solidaridad es el único poder de los empobrecidos. Así nos lo enseña la historia. El ser humano fue hecho para la solidaridad. El trabajo es solidaridad”.
“Hagámonos conscientes de nuestra fe en el Dios solidaridad que es la fuente de nuestra esperanza y nos encontraremos con todos los hombres de buena voluntad” …
“Los pobres son sacramento del Señor,
y por tanto lugar de encuentro del hombre con Dios”
“Permanentes en la oración, permanentes en la lucha”
Julián Gómez del Castillo.

 

La cultura del encuentro y la solidaridad es compartir hasta lo necesario para vivir, es ver y asumir que las demás personas son nuestros hermanos de verdad, no sólo como idea o concepto; es asumir la cultura de la noviolencia y del amor a los enemigos no con palabras sino con hechos.

«La Iglesia Católica recorre junto con ustedes esta senda, consciente de que la caridad, el amor, es el alma de su misión. Que la celebración de hoy no sea una simple recurrencia anual, sino una verdadera oportunidad para apremiarnos a nosotros mismos y a las instituciones a actuar según una cultura del encuentro y de la solidaridad, para dar respuestas adecuadas al problema del hambre y la malnutrición, así como a otras problemáticas que afectan a la dignidad de todo ser humano».

Papa Francisco a la FAO.

HERMANO TRAIDOR ESCUCHA

«Lo más peligroso es no saberse traidor, y vigilar únicamente las traiciones de «los otros»… Este aislamiento es la venda de los ojos del alma, que no nos deja ver las propias traiciones… Si te sientes traidor, poco o mucho, lo primero que te conviene (me parece) es encontrar a otro que se sienta aquejado del mismo mal. Y comunicarnos mutuamente las propias traiciones.

A comunicarnos unos a otros nuestras traiciones, para traicionar cada vez menos…

¡Quien sabe si uno de estos grupos de traidores conscientes de su propia traición y abominándola, deseosos de seguir a Jesús sin imponerle nuestros métodos, podrán desviar la marcha de la sociedad actual, pasando del camino de la traición hipócrita y «canonizada» al camino de la traición reconocida y penitente!»

Guillermo Rovirosa