El 9 y 10 de marzo tuvo lugar en la Casa Emaús de Encuentro y Solidaridad el curso “Ante el desafío energético”, que contó con las aportaciones, entre otros, del geólogo Antonio Aretxabala y de Erika González, investigadora en el Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) y coordinadora en Ecologistas en Acción.
En la parte introductoria se analizaron las dramáticas perspectivas del problema energético a nivel mundial en esta época que algunos denominan capitaloceno y, desde ahí, se analizaron las respuestas políticas que la Unión Europea viene adoptando en el ámbito energético. Se criticaron especialmente los fondos Next Generation, que responden a un modelo de capitalismo verde con graves consecuencias sobre los empobrecidos de todo el mundo, y que se han ido modificando hasta promover actualmente la industria militar. Otra de las aportaciones analizó el mercado eléctrico español, caracterizado por estar bajo el control de cuatro multinacionales, y sometida a un complejo sistema de fijación de precios que favorece a los mismos grupos, en detrimento de los ciudadanos.
La segunda parte del curso se centró en conocer y valorar algunas de las diversas iniciativas de respuesta que se están produciendo, desde el cambio de actitudes personales a iniciativas asociadas, como las comunidades energéticas, sin olvidar la necesidad de comprometerse en la transformación política y económica a nivel institucional, ya sea a nivel municipal, autonómico, nacional o internacional.
A modo de conclusiones, los asistentes plantearon la necesidad de avanzar y compartir el análisis crítico, y de esforzarse por orientarlo a acciones en la dirección correcta, aunque sean pasos modestos. Se trata de cambiar de raíz el paradigma y la cultura que nos ha llevado a la situación actual, para lo que hay que incidir en la sensibilización, abrir brecha en la manipulación informativa y desenmascarar el negocio que hay detrás de iniciativas que se presentan como ecológicas, pero que llevan a desactivar la disidencia.
Uno de los retos que se señalaron está en la necesidad de que las experiencias de colaboración y cooperación den pasos decididos para transformar institucionalmente las políticas energéticas porque, de otro modo, pueden fácilmente convertirse en “islas de buena conciencia”.
Para todo ello es necesaria la militancia asociada, que mantenga el análisis y la acción permanentemente actualizados, ante un capitalismo verde con gran capacidad de asimilar los intentos de respuesta.
Entre los aspectos a profundizar quedó planteada la posibilidad de transformación que deriva de nuestras profesiones, un ámbito en el profundizará el próximo curso en la Casa Emaús, el 27 y 28 de Abril. Otro espacio para profundizar será el siguiente de los encuentros en torno a la ecología integral , que continuarán este verano, entre el 5 y el 7 de julio con un encuentro centrado en las respuestas “Ante el Clamor de la Tierra”.