El tercer encuentro del grupo de lectura de en Cantabria lo tuvimos con medios informáticos, estas son algunas ideas que se señalaron del libro seducidos por la muerte.
El debate sobre la eutanasia suele girar en torno a casos límite (Manuel Sampedro en 1998). Pero la ley se hace para la generalidad. Y por eso es necesario atender a los resultados de los países que se ha legalizado.
Las discusiones en torno al fin de la vida se han centrado demasiado en la reivindicación de un derecho a la eutanasia. Mientras tanto, puede ocurrir que se siga descuidando otras preocupaciones en torno al final de la vida:
- El control del dolor y de los síntomas,
- La atención global al enfermo,
- El desarrollo de los cuidados paliativos. Con la aceptación de la eutanasia puede ser, (como ha sucedido en Holanda) que se descuide el desarrollo de los cuidados paliativos.
La aceptación de la eutanasia que se propone como solución necesaria para unos pocos casos extremos, se puede convertir: en una manera de tratar la ansiedad, la depresión y el dolor en pacientes graves o terminales.
¿Deseo de morir? El paciente quizá pida morir para ver si los demás todavía quieren que siga vivo. La depresión con frecuencia ni se diagnostica ni se trata. Los estados depresivos, la culpa…puede ser una forma en que el paciente pida ayuda.
Presiones sobre las personas para solicitar eutanasia, directas o indirectas:
- No se explora suficientemente por qué el paciente quiere morir. Sólo el 3% de los enfermos que piden eutanasia es visto por psiquiatras.
- Los requisitos para asegurar una eutanasia “bien hecha” se ven como burocracia, o rituales que hay que cumplir para evitar las críticas.
- No cuidados paliativos hace que la gente crea que la opción es entre eutanasia o sufrir.
- Sensación de fracaso de los médicos ante la muerte, que hace que no se sepa (y no se les haya formado adecuadamente) para acompañar hasta el final de la vida.
- Cultura utilitaria y que entiende la autonomía personal como valor absoluto que prescinde del bien común es más fácil legislar eutanasia (Holanda acepta prostitución y droga).
Consecuencias
- Disminuye el deseo o interés por la vida y por luchar, especialmente en enfermos con depresión.
- Aumento índice suicidios
- La eutanasia, al contrario de lo que esperan sus promotores, puede ser que incremente el poder de los médicos, no el de los pacientes. Los médicos pueden proponer la eutanasia (lo cual tiene una gran influencia en la decisión el paciente), también la presión de familiares al médico, pueden dejar de proponer alternativas y pueden matar a pacientes que no lo habían pedido.
- Es imposible regular la eutanasia, El reconocimiento legal crea un clima cultural que favorece la desobediencia a cualquier normativa. El 60% de los casos no son comunicados por los médicos. Casi un 25% de los médicos admite haber hecho eutanasia sin que los enfermos les hubieran dado el consentimiento. En Holanda el asesoramiento ha quedado en mero formalismo. A los pacientes no se les ofrece alternativas. Hay una gran desinformación sobre estos temas, incluso entre médicos.
El concepto de autonomía para decidir
Los derechos fundamentales para serlo están por encima de la decisión individual de la persona. No puedes tocar tu derecho porque sino la autonomía vale en función del poder o el dinero que se tenga. No permitimos que la gente se venda como esclavos aunque quiera
Los familiares, después de la muerte de un familiar, suelen sentirse culpables y echan la culpa a la sociedad por no permitir el suicidio asistido.
El cambio social que podría ayudar a las personas en grave situación de sufrimiento sería, que médicos y familiares hablaran más abiertamente de lo que está pasando. Cuando esto ocurre, los pacientes dejan de tener prisa por morirse, se sienten agradecidos por el tiempo que les queda y no sienten que mueren solos y abandonados.
Otras opciones, la aceptación de la eutanasia ha llevado a que se descuiden otras opciones. Muchas personas cuando dicen que están a favor del suicidio asistido, lo que quieren decir que el médico haga todo lo posible para eliminar el sufrimiento.
Cuando la ley no se respeta. El suicidio asistido se suele usar con gente que todavía no está próxima a morir. También es probable que sean pacientes que están sufriendo una depresión como consecuencia de una enfermedad y que si ésta se tratara adecuadamente, querrían vivir.
No es una opción sólo religiosa. Parte de la desinformación es hacer creer que la oposición a la eutanasia es cosa de la iglesia Católica o de la derecha religiosa.
Entre los médicos, los más opuestos a la legalización son los especialistas de cuidados paliativos, los que cuidan a pacientes mayores y los psiquiatras con experiencia de pacientes suicidas. Saben que la legalización es una respuesta desinformada al reto de ayudar a esos pacientes.
Los que apoyan la legalización dicen que también ellos están a favor de los cuidados paliativos, pero parecen estar mucho más a favor del suicidio asistido y de la eutanasia.
Los médicos que se oponen al suicidio asistido y a la eutanasia son los que están haciendo que los cuidados paliativos avancen. Saben que el suicidio asistido y la eutanasia son malas para la medicina. Malas para los médicos, malas para el paciente y malas para la sociedad.
Eutanasia sin consentimiento. La práctica de la eutanasia en Holanda ha pasado de los enfermos terminales a los crónicos, de las enfermedades físicas a las psíquicas y de la eutanasia voluntaria a la involuntaria. Eutanasia del paciente sin su consentimiento. Las razones aportadas fueron varias, desde un “Le falta calidad de vida” hasta un “Se le retiró el tratamiento, pro el paciente no moría”.
“El médico decide” En el caso de un paciente que no puede decidir por sí mismo, ¿Quién debe decidir si debe vivir o morir? ¿El médico? En Holanda parece que sí.
En pacientes dementes. Los holandeses están atrapados en lo que se refiere a los pacientes con demencia. Según su definición, la eutanasia sólo es posible en pacientes lúcidos, así que no pueden aprobarla para personas dementes. Los pacientes que sienten los primeros síntomas de alzheimer pero que temen que su enfermedad empeore pueden, mientras estén todavía lúcidos, pedir la eutanasia y recibirla. Pero no pueden dejar pedido que se les aplique cuando pierdan su lucidez. Esos pacientes deberán terminar su vida meses o años antes de lo que hubieran deseado. Aunque posteriormente se ha modificado algo esa posición.