Empezamos el grupo de lectura en Santander

Dialogamos entorno al libro “Los miedos y el aprendizaje de la valentía” de JA Marina. Nos alegra que los avances en neurociencia estén avalando lo que la experiencia ha reflejado en refranes, dichos populares, o en frases célebres: “el miedo guarda la viña”, “si no se vive como se piensa, se acaba pensando como se vive”, “no aprendes a caminar siguiendo reglas sino haciendo y cayéndote”,  “si continuas haciendo lo que siempre has hecho, no te asombres de ser lo que siempre has sido”, “la esperanza es la virtud del que lucha”…


En la puesta en común del libro destacamos algunas de sus ideas:

LAS EMOCIONES NOS INCITAN A ACTUAR.

No sentimos emociones para instalarnos en ellas, sino para actuar de una u otra manera. La educación de las emociones consiste en fomentar aquellas que nos advierten con más facilidad de la situación y nos animan a la acción más conveniente.

Algunos sentimientos como el miedo o la ansiedad pueden provocar conductas de evitación o de afrontamiento de problema. Y esto se aprende, fundamentalmente por modelación o imitación. Las estrategias centradas en la evitación / huida se asocian a un mayor desajuste, se correlacionan con depresión y ansiedad.

Hay miedos buenos y miedos malos. Es importante reconocerlos. Se pueden domesticar con suavidad y tenacidad. Si no los controlamos son un obstáculo para la felicidad.

EL MIEDO SIGUE EL SIGUIENTE ESQUEMA MENTAL.

Entre  el suceso y la respuesta hay una interpretación. Esos esquemas del miedo vienen determinados por:

  • El temperamento – predisposición a responder afectivamente a un suceso
  • Se esculpe a si mismo mediante las actividades mentales y físicas y mediante el juego de los premios y castigos, de las satisfacciones y las frustraciones.
  • Las creencias que se van adquiriendo, que producen una tendencia a interpretar como peligrosas cosas que no lo son (exageración de la amenaza) y una tendencia a sentirse incompetente (indefensión aprendida). Previsible o imprevisible, controlable o incontrolable, seguro o inseguro. Estas creencias se aprenden en la infancia y son las que favorecen u obstaculizan el poder del miedo.

A partir del temperamento y las experiencias se va elaborando un modelo del mundo. “Lo que hacemos en el mundo depende de lo que creemos que es el mundo”. Formamos nuestro mapa personal del mundo, de la realidad.

LA IMPORTANCIA DE LA EFICACIA DE LA ACCIÓN EN LA INTERPRETACIÓN DE LA REALIDAD

Si te sientes competente haces que el poder de la situación o miedo disminuya. Si percibes la situación como incontrolable, disminuye sentimiento de competencia. Esto explica que nos rindamos sin siquiera luchar.

Indefensión aprendida: Cuando la acción no es capaz de resolver un problema o produce efectos contrarios a los pretendidos. El sujeto tiende a la pasividad o desistimiento de la acción. Y por otra parte la inacción cultiva el miedo. Las terapias animan al paciente a que hagan algo, a que afronten activamente sus problemas y esta virtud es curativa

Hablamos de la importancia educativa y política de sentirse digno y competente (comentamos hechos de amor que salvan), de la eficacia de la acción (que personal y asociativa o socialmente se vayan consiguiendo pequeñas “victorias”), y de el gran poder manipulativo que supone presentar un problema como complejo (incontrolable por el pueblo o sólo por expertos, técnicos cualificados o políticos) y ocultar las victorias de las luchas sociales hechas muchas veces por “un puñado de gente sencilla”

¿OBEDIENCIA COMO VIRTUD?

Mediante el mecanismo de premios y castigos, de esperanzas y miedos nuestros cerebros guían nuestra acción. Continuamente advertimos a niños y adultos acerca de las consecuencias de sus actos, y amenazamos con castigos, lo que, con mayor o menor intensidad supone apelar al miedo. El miedo es eficaz pero es una eficacia engañosa. Anula el poder creador del hombre, que es un poder que lleva al bien. Los niños miedosos son más obedientes, podemos estar consolidando el miedo elogiando la obediencia.

NO DEJARNOS LLEVAR POR LAS EMOCIONES

El autor hace una crítica a la idea difundida de que “hay que dejarse guiar por las emociones”, ya que hay emociones claramente no adaptativas. Miedos protectores y miedos perturbadores. El hecho de que no podamos fiarnos de las emociones hace necesario aprender a reconocerlas y después regularlas/aprender a afrontarlas, es decir, que la emoción sirva para conseguir metas adecuadas.

Aquí también hablamos de la estrategia del miedo usada para manipular a la sociedad ante fenómenos como el nacionalismo o las migraciones de los empobrecidos.

RECURSOS.

Reconocer las emociones y después adquirir mecanismos óptimos de autocontrol y regulación de las emociones, de capacidad de enfrentarse a los problemas (no huir de ellos).

  • Mostrar que comprendemos el malestar que produce el miedo del otro. Enseñar a relajarse. Detectar las creencias nocivas y que nos hacen interpretar el suceso de una manera determinada e intentar luchar contra ellas para desacreditarlas y eliminarlas. Ayudar a soportar niveles de tensión crecientes. Actuar más que analizar, aunque puede ayudar explicar lo injustificable de los miedos
  • No pasarnos con condicionamientos-castigos y premios-, poner límites claros.
  • Ayudar a tener sentimiento de eficacia: a ganar autonomía, sus propias batallas, a tener experiencias de trasformación de su entorno.
  • No expresar ante el niño continuamente nuestros miedos ni ceder a sus miedos.
  • Compartir con otros el miedo. En el diálogo también se comentó como asociarte con otros ayuda a enfrentarse a problemas colectivos/políticos.

Para todos fue muy enriquecedor este rato de compartir algunas ideas del libro y nuestras reflexiones. El 8 de Febrero nos volveremos a encontrar para compartir la segunda mitad del libro, donde se detalla cómo educar en la valentía y se ofrece una “caja de herramientas” para eso. Si quieres unirte, contacta en cantabria@encuentroysolidaridad,net o 616234787

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