La tarde estuvo llena de música africana, testimonios de amigos migrantes iberoamericanos y africanos, propuestas de compromiso y diálogo compartido. La tarde estuvo llena de ENCUENTRO entre personas de distintas culturas y países, y llena de SOLIDARIDAD.
Porque JUNTOS PUDIMOS VER que cada persona que migra encierra una historia y un tesoro de amor a su tierra, a su familia, a la vida…
Porque ENTENDIMOS JUNTOS que las migraciones son en su inmensa mayoría forzosas, fruto de la falta de futuro en el país que se desearía vivir para siempre, un no-futuro vinculado al robo de los recursos naturales, a las relaciones comerciales injustas, los grandes dictadores respaldados por el primer mundo o las guerras alimentadas con armas europeas y norteamericanas.
Porque pudimos ABRAZAR y ADORAR LA CRUZ, y EXPRESAR delante de ella NUESTRO COMPROMISO por construir un mundo de hermanos desde todos y cada uno de los ámbitos de la vida humana, la cultura, la economía, la política…
Salimos del encuentro cargados de planes: de leer y profundizar sobre este tema, de seguir juntándose cada lunes en la Casa de Cultura y Encuentro a formarnos, compartir y ayudarnos mutuamente a que la solidaridad no se quede sólo en palabras… y a trabajar porque el mensaje de la Cruz de Lampedusa llegue aún más lejos.