Ángel Lorenzo es bombero en el ayuntamiento de Madrid y trabaja como voluntario en Proem-Aid. Ha estado haciendo tareas de rescate en Lesbos y otros lugares del Mediterráneo.
De su experiencia nos ha transmitido la angustia de cada persona que deja su tierra por persecuciones religiosas, políticas, de identidad sexual, por guerras y por razones económicas. Cada historia merece nuestro respeto y sentido humanitario. Para Angel no tiene sentido clasificarlos en refugiados, migrantes de un tipo u otro… para otorgarles más o menos derechos. Todos son personas.
Por otro lado, es evidente que hay razones políticas que generan la salida y la muerte en el mar de estas personas.
Nos habló de su experiencia compartiendo el trabajo con otros voluntarios y asociaciones. En la tarea no hay obstáculos de idiomas o ideologías. Tampoco hay derecho al descanso, ni horario, sino que la necesidad de los desgraciados marca el ritmo.
Denunció el negocio de las fronteras, de las concertinas. También la burocracia de las grandes organizaciones internacionales que supuestamente ayudan a los refugiados,pero no pueden denunciar nada porque sería morder la mano que les alimenta.
En el diálogo se destacó la importancia de la política en la raíz del problema, y también en su solución. Causa indignación que Pedro Sánchez, que quiso empezar su presidencia saliendo en la foto con el rescate del Aquarius, hoy dice que Libia es un lugar seguro para devolver a los inmigrantes que recogió el pesquero español Nuestra Señora de Loreto. Los rescatados huían de los guardacostas libios.
Por último, denunció a los medios de comunicación a los que acusó de silenciar (no han querido publicar un reportaje de Proem-Aid) y manipular.
«¿Cómo se puede convertir a la víctima en verdugo y al verdugo en víctima?» se preguntaba.
Terminamos llamando al trabajo en red de la sociedad civil. Profesionales que quieran servir a la justicia, asociaciones, y personas podemos generar cambios significativos en nuestro mundo.