Es la expresión que más veces ha utilizado, aprovechando que en su mano tenía un bolígrafo que por la otra parte era un martillo. Ehsan Ullah Khan, activista pakistaní exiliado en Suecia, musulmán, que ha trabajado toda su vida por la liberación de los niños esclavos (entre ellos Iqbal Masih asesinado a los 12 años en 1995), ha inaugurado las Jornadas de diálogo cristiano-musulmán sobre el trabajo decente con su poderoso testimonio. Y también Ehsan ha pedido que seamos responsables en nuestro consumo, porque lo que fabrican los niños esclavos en Pakistán lo compramos en Occidente. Nunca las religiones deben dividirnos, sino más bien unirnos por la dignidad del trabajo y de la infancia.
Esta semana está visitando colegios, sindicatos e instituciones políticas con su mensaje contra la esclavitud de los niños de la mano de Encuentro y Solidaridad. Es una gran noticia para la ciudad de Burgos contar de nuevo con la presencia de este militante por los derechos de los niños que ha dedicado su vida a luchar contra la esclavitud pagando el precio de la persecución y el exilio durante décadas.
