Fuente: Planeta Futuro, El País
autor: Chema Caballero
“Cuando venimos de África, no todos, pero la mayoría, lo que queremos es llegar a Europa, trabajar en lo que sea y construir una casa para nuestra familia en Senegal. Y muchas veces ni pensamos en nosotros mismos. Y ese era también mi objetivo, llegar a España y trabajar. Pero después de vivir durante meses en la calle me di cuenta de que, joder, yo no quería eso para mí, yo lo que quería era ser feliz. Y yo, cuando hacía teatro era feliz. Por eso decidí meterme de lleno en este mundillo”, cuenta Abdoulaye ‘Thimbo’ Samb, mientras toma un zumo de naranja en un bar del madrileño barrio de Lavapiés. Y esa es la opción que este actor, youtuber y activista tomó hace años: dedicarse a lo que realmente le hace feliz. Ahora ha recogido todas sus experiencias en la obra de teatro El sueño es vida, con la compañía Teatro Sin Papeles.
“Llevaba como cinco años diciendo que quería hacer una obra para contar mi historia. En ese momento estaba en Valencia. Cuando llegué aquí, a Madrid, conocí a Moisés Mato el director y fundador de Teatro Sin Papeles, se lo dije y me respondió: ‘Vale, pero sobre qué’. Yo le conté que quería contar mi propia vida, el proceso de la migración. Y él me soltó: ‘Vale, pero Thimbo, eso ya está contado. Yo creo que si hacemos esto sería otra vez un negro en un escenario dando pena”.
Fue entonces cuando Mato le propuso representar un diálogo entre los dos. Samb comenzó a narrarle su periplo. Su infancia, el trabajo de pescador, la salida de su pueblo, Kayer, en Senegal y su llegada a Tenerife a bordo de una embarcación después de haberlo intentado cuatro veces, con solo 17 años. Siguió con su traslado a Madrid, su estancia en un centro de internamiento para extranjeros (CIE), la llegada a Valencia, el tiempo que vivió en la calle, su experiencia como vendedor ambulante durante nueve años, las múltiples detenciones, los esfuerzos por sobrevivir, los sueños de ser actor…
Hasta que un día su interlocutor le envió el texto de Calderón de la Barca donde se dice eso de que “toda la vida es sueño y los sueños, sueños son”.
“Yo le dije: ‘espera Moisés, esto yo no lo entiendo’, porque nunca había escuchado esos versos”, comenta el joven. “Y él me respondió: ‘vamos a hacer algo diferente, vamos a contar tu historia a través de versos, un diálogo entre un africano y un occidental, porque es así como el público lo va a percibir. Es algo a lo que no estamos acostumbrados. Es algo para decir que tu historia y mi historia no son tan diferentes’. Empezamos a darle vueltas a eso, y luego me envió otro texto que decía: ‘Yo nací en un lugar de África de cuyo nombre no quiero acordarme. Era un joven delgado, alegre…”. Después de mucho trabajo, la obra está en escena. Se trata de un diálogo que dura 45 minutos en el que el actor narra sus vivencias y desnuda su alma delante del público.
No ha sido fácil llegar a este momento. “A las personas migrantes nos cuesta contar nuestra propia historia. Son muy pocos los que lo han hecho. Algunos han escrito libros sobre el tema, pero son muy pocos. Muchas veces las experiencias vividas son muy deshumanizadoras y sacar todo lo vivido es muy difícil. Es duro y da mucha vergüenza. A mí me costaba contar mi historia hasta que fui a un psicólogo”, asegura. Y sigue: “Es todo un proceso. Un africano yendo a ver un psicólogo es algo muy raro. La primera vez que me dijeron que tenía que ir a verlo yo dije que yo no estaba loco. Luego te das cuenta de que son profesionales que necesitamos en nuestras vidas, que cada migrante debería tener uno que le ayude a sacar fuera todo lo vivido. A mí me costó contar mi historia por primera vez, pero un día decidí soltarlo y me liberé. Ahora vuelo, era una carga”, confiesa el actor.
Su currículum incluye trabajos en las series Antidisturbios, Nasdrovia, Servir y proteger y Fuerza de Paz. Y también participó en la película Black Beach, de Esteban Crespo.
Samb asegura que lo más valioso que tiene ahora mismo es su propio relato de vida. “La obra tiene muchos registros, porque es mi propia historia y puedo hacerla como me dé la gana. Disfruto mucho porque es contarme a mi a través del otro y cada persona que la ve sabe que le estoy hablando a ella. Además, establezco un diálogo con el público constante”, explica el joven.
A partir de febrero la pieza ha comenzado a representarse también en Institutos y centros de educación secundaria, empezando por Tenerife. Samb está muy emocionado con esta nueva experiencia. “Yo creo que es ahí, en los centros educativos, donde tenemos que entrar porque mucha gente que viene a verla al teatro ya está familiarizada con la migración. Hay que ir a donde los jóvenes no saben lo que es la emigración en profundidad”, afirma. También está ansioso por llevar esta función a su propio país. Será seguramente el próximo mes de mayo cuando viaje a Senegal para representarla en la Universidad Cheikh Anta Diop y en nueva sede del Instituto Cervantes en Dakar.
Al mismo tiempo, Thimbo Samb sigue preparando sus próximos proyectos entre los que se incluye una película dirigida por Armando Reveló que se titulará Érase una vez en Canarias, una nueva serie de la que no puede todavía hablar y continúa escribiendo junto a Bea De Silva una película sobre su relación con una chica española que se rodará en 2023. También sigue adelante con el plan de construir un centro sociocultural en Kayer. Ya ha comprado los terrenos y pronto comenzará la edificación.