“Efectivamente; en el orden personal he sentido (más o menos) a lo largo de mi ya larga vida el deseo de realizar aquellas «perfecciones» que sentía latentes en mí. Por ejemplo: siempre he sentido un gran deseo (que todavía siento) de cultivar rosales, y nunca he podido realizarlo. Dentro de mi profesión (electricista) el ver algo descrito o realizado que escapaba a mis conocimientos técnicos, me producía tal desazón que no paraba hasta «empaparme» de aquello. Actualmente, al final de mi vida, mi atención se centra principalmente en los problemas del hombre, cuyo principal aspecto es el problema de Dios”.
(G. Rovirosa. La virtud de escuchar, 1962)
Rovirosa era un hombre que vivía la unión con Dios como regalo del Señor. Vivamos nuestra propia existencia como don de Dios entregándonos a los demás en la lucha solidaria.
(Julián Gómez del Castillo sobre Rovirosa: converso, marido y pobre en el II Aula Malagón Rovirosa)
Nosotros «los de la calle» no distinguimos entre accion y oración…,dijo. Y Su discípulo preferido Julián Gómez del Castillo…, el militante cristiano en su vida adulta es Permanentes en la Contemplación y Permanentes en la Lucha. Es posible esto hoy?
Gracias por abrir este espacio. Confío en que nos permitirá Seguir profundizando sobre la persona y la obra de Rovirosa
La contemplación como guía y alimento en la lucha