Fuente El País
Autor: Miguel González
La pandemia de la covid-19 ha paralizado los envíos de material militar en todo el mundo y ha provocado que, en el primer semestre de este año, las exportaciones realizadas de material de defensa español se hayan reducido a la mitad, pasando de 2.413 millones de euros en el mismo periodo del año pasado a 1.189,7 este. Sin embargo, entre enero y julio de 2020, durante el primer semestre del Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos, las operaciones autorizadas se han disparado hasta los 22.544,8 millones, lo que supone un aumento del 650% y una cifra superior a la suma de 2018 y 2019 juntos (21.493 millones).
El aumento exponencial de las operaciones autorizadas —aquellas que ya han recibido la preceptiva luz verde del Gobierno, pero aún no se han ejecutado— se debe a una serie de pedidos de aviones de transporte de Airbus, con sus componentes y equipos, montados en España y destinados a Alemania, Francia, Reino Unido, Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos, por un montante total de 19.400 millones de euros, según explica el informe sobre Exportaciones de Material de Defensa y Doble Uso de la Secretaría de Estado de Comercio enviado al Congreso.
Muchas de las entregas previstas se retrasaron por el confinamiento, lo que explica que entre enero y julio solo se ejecutara el 5,3% de lo autorizado, cuando en el primer semestre del año pasado se llegó al 69,4%.
El quinto mayor comprador y el segundo fuera de la OTAN y la UE fue Arabia Saudí, con 32,4 millones. El informe demuestra que la paralización parcial de las entregas de munición a los países implicados en la guerra de Yemen, que se produjo durante 2018 y 2019, se ha terminado. Arabia Saudí ha recibido este año granadas de mortero de distintos calibres, un equipo de observador avanzado con telémetro láser y sistemas de puntería para mortero por 14,5 millones.Más de la mitad de los 60 millones en productos de la categoría 3 (municiones y dispositivos explosivos) vendidos por España en el primer semestre de 2020 fueron a parar a Arabia Saudí (21,9 millones), Emiratos Árabes Unidos (8,2) y Marruecos (3,9). Los dos primeros están inmersos en el conflicto de Yemen desde 2015; y el último, en el del Sahara Occidental, cuyo alto el fuego acaba de romperse después de casi tres décadas.
La Comisión de Defensa del Congreso aprobó el lunes una proposición no de ley en la que instaba al Gobierno a prestar más ayuda humanitaria a Yemen y a suspender o revocar autorizaciones ya concedidas de ventas de material militar a países de la región si existe riesgo de desvío o uso indebido.
En el pasado semestre, el Gobierno autorizó exportaciones de armamento por 98,7 millones a Arabia y por 22,5 a Emiratos; pero esta relación es incompleta, pues no incluye las cinco corbetas que el astillero público Navantia construye para la Marina saudí por 1.800 millones, a pesar de que dos de los buques ya han sido botados.
Arabia Saudí se ha convertido también en el primer cliente de los productos españoles de doble uso (civil y militar), un puesto que tradicionalmente ocupaba Irán, con 18,2 millones, un 28,5% del total. A gran distancia le siguen Estados Unidos (7,2 millones) y China (6,1).
Las exportaciones de este material totalizaron 63,1 millones en el primer semestre del año, con un descenso del 37,3%. En cambio, las ventas de equipos policiales y antidisturbios sumaron 719.026 euros, con un incremento del 931,8% respecto al mismo periodo del año anterior. El primer cliente fue Togo (575.685 euros, el 80,1% del total), seguido de Túnez (11,8%), Portugal (5,5%) y Estados Unidos (2,1%). Las ventas de armas de caza y deportivas cayeron en un 18,2%, hasta los 28,3 millones. EE UU siguió siendo su mejor mercado, con 12,5 millones y un 44,2% de las ventas.
La única licencia de exportación de material de defensa que se denegó en este periodo fue un sistema de control de plataforma y un sistema antimisil para una fragata con destino a la marina de Myanmar, por 22 millones de euros, por existir un embargo de la UE sobre dicho país.
Aunque desde enero pasado Unidas Podemos forma parte del Gobierno, ninguno de los ministerios que controla esta coalición forma parte de la junta interministerial que autoriza las exportaciones de material de defensa y doble uso, integrada por representantes de Comercio, Exteriores, Hacienda, Defensa, Interior, Industria, Economía y Presidencia.
Una red mundial de desvío de material sensible a Irán
Del informe sobre exportaciones de armas españolas se deduce que Irán dispone de una red mundial para adquirir materiales que le están vedados por el embargo internacional y que para hacerse con ellos cuenta con sorprendentes aliados. España denegó la venta de un centro de mecanizado por 846.597 euros a una empresa militar estatal de Ucrania por “riesgo de desvío de fabricación de carros de combate para su reexportación a Irán”.
También la vetó la exportación de dos cámaras de infrarrojos a Macedonia, por 20.000 euros, supuestamente destinadas a una universidad de EE UU, que se sospechaba podrían acabar en Irán. O la de un centro de mecanizado de 100.000 euros para el sector de la automoción en Georgia, “por riesgo de desvío a un programa de misiles” de Teherán. Una operación “esencialmente idéntica” a la denegada con Ucrania, la más preocupante puesto que implica a una empresa pública, había sido ya rechazada por otro país de la UE, por lo que sus promotores probaron suerte con España, sin conseguirlo tampoco. La junta encargada de aprobar las exportaciones de armas maneja información de los servicios de inteligencia, ya que en la misma se sienta un representante del servicio secreto CNI.
Además de las citadas, se han denegado exportaciones de material de doble uso a India, Pakistán, Rusia, China e Israel: así como un corretaje (intermediación) de 5.000 detonadores de Bosnia-Herzegovina a Cuba. También se prohibió la venta de 1.200 rifles de caza a Rusia y de 1.570 granadas lacrimógenas a la policía de Tailandia.