Rescatamos hoy, en el aniversario de la muerte de Julián Gómez del Castillo, esta entrevista que los jóvenes de Camino Juvenil Solidario le hicieron hace ya más de 20 años pero que sigue teniendo tanto que decir a la juventud de hoy.
Queremos saber quiénes somos, qué podemos esperar y qué debemos hacer. Sabemos que tenemos una vocación, y hay que buscarla.
Un grupo de jóvenes pertenecientes a CAMINO JUVENIL SOLIDARIO dedicamos unos días de agosto a recorrer ciudades dando un grito, el grito de los SIN VOZ. Es un campamento itinerante del Aula Malagón-Rovirosa: Gijón, Oviedo, Avilés, Torrelavega, Santander…
No sólo gritamos, queremos que la vida grite a nuestras conciencias. Queremos saber quiénes somos, qué podemos esperar y qué debemos hacer. Sabemos que tenemos una vocación, y hay que buscarla. Una experiencia de estos días son las TERTULIAS. Recogemos una de ellas aquí. Estamos con Julián: creyente, luchador, poeta de la vida.
INFANCIA
¿Qué recuerdas de tu infancia?
Hasta los diez años me recuerdo feliz. Después voy siendo más consciente de la dura realidad…
¿Qué recuerdas de tus padres?
Eran distintos. Mi padre murió cuando yo tenía diez años. De ambos, recuerdo la generosidad.
¿A qué llamas generosidad?
A que desde la cuna la he visto. He visto que nos quedábamos sin cosas necesarias, por otros.
JUVENTUD Y VOCACIÓN
¿Cuáles han sido tus grandes decisiones?
Mi Bautismo, en la juventud. El Matrimonio, por lo que me ha dado mi mujer. Y la vida solidaria.
¿A qué das más importancia en tu juventud?
A la lucha. La policía nos perseguía bastante. Eso forma, ¿sabes?
¿Recuerdas qué querías estudiar?
Sí, quería estudiar historia, pero no pudo ser.
¿Cómo era la juventud?
Luchadora por necesidad.
¿Qué es juventud?
No es un estado biológico. Es un estar con la mirada en el futuro. Si no planificas tu vida a cincuenta años vista, te la planifican.
ADULTEZ
¿Quién es Cristo?
Cristo es la Solidaridad de Dios con los hombres.
¿Qué es un amigo?
Amigo es el que da la vida por el amigo. Crees tener amigos. Pero el día que hay que dar la vida por ellos… ya no quieres tener amigos.
¿Tienes amigos?
Sí. En mi ánimo, eso hoy es así.
¿En qué has trabajado?
Pues en diecisiete profesiones distintas. Y en ninguna he estado a gusto. No he podido cultivar esa vocación.
¿Cómo lo has superado?
Todo hombre tenemos una vocación superior que es la vocación a la justicia. Ésa he querido cultivar.
TERCER MUNDO
¿Has estado en el Tercer Mundo?
Sí, varias veces. Si no estorbara me iría a morir allí.
¿Qué te llamó más la atención?
Me llamó la atención el hambre de los inocentes; lo más duro del hambre es saber que mañana hay más hambre. También te impresiona que no se acaricia a los niños…
¿Qué sentías?
Impotencia. Sabes que eso no lo solucionas. Que hay un sistema de robo que no se cambia de hoy para mañana, un sistema de robo que es legal. Siempre el robo de los enriquecidos es legal, y el de los empobrecidos, ilegal, al menos, hasta ahora.
¿Qué es solidaridad?
Solidaridad es compartir lo necesario. He visto a una abuela de treinta y tres años que va diciendo qué hierbas son comestibles y cuáles no. He visto que ella no comía.
PERMANECER EN LA LUCHA
¿Has tenido ganas de abandonar?
Muchas veces.
¿Qué te sostiene?
La oración.
¿Qué es lo más triste en la vida militante?
Los amigos que abandonan.
¿Estuviste frente a la dictadura?
Sí, como muchos otros cristianos.
¿Crees que Franco hacía cosas buenas?
Sí, supongo que quería a sus nietos. En la vida privada haría cosas buenas, no lo dudo. Estuvimos enfrente, en el sentido político, porque hizo de la patria un dios, instrumentalizó a la Iglesia, era obsesivo de la disciplina…
¿Qué era ZYX?
Una editorial que ponía al alcance de todos conocimientos que eran necesarios.
¿QUÉ DEBEMOS HACER?
¿Qué crees que le falta a esta juventud?
Creo que vive demasiado bien. A mayor bienestar, menos alegría. Creo en el sacrificio, “niégate» dijo Jesús. Creo que podéis construiros de otra manera.
¿Podemos ser solidarios?
Sí, podéis conocer el mundo. Podéis compartir la lucha con los jóvenes del Tercer Mundo si salís a la calle a ser voz de los sin voz.
¿Es razonable creer que las cosas pueden cambiar?
Lo irracional es creer que no cambian; la historia demuestra eso. Lo razonable es que se solucionen los problemas.
¿Es imprescindible esa presencia en la calle?
Sí, lo es. Además, os digo una cosa: no sabéis si hacéis más bien al que para a ver qué hacéis, qué decís… o al que parece que pasa de vosotros.
Nuestro campamento tiene cuatro normas: sinceridad, colaboración, puntualidad y responsabilidad. ¿Añadirías o quitarías alguna?
No. Le daría permanencia a esas cuatro. Eso hay que hacerlo siempre. Y eso se llama asociarse.
¿Qué es la esperanza?
La virtud del que lucha.