“Los jeques árabes han entendido que para dominar el mundo deben dominar el fútbol”

Fuente: Contexto y Acción

Autor: Ricardo Uribarri

La pelota ya rueda en Catar. Pero por más que haya quien prefiera centrarse en lo estrictamente deportivo, otras muchas personas no olvidan los oscuros antecedentes que arrastra el primer Mundial de fútbol que se disputa en Oriente Próximo. Más allá de la anomalía de celebrarlo entre noviembre y diciembre para evitar las altas temperaturas del verano en la región, hay varios aspectos que ensombrecen su adjudicación y posterior preparación. De todos ellos habla Fonsi Loaiza (San Fernando, Cádiz, 1990) en su último libro, Qatar. Sangre, dinero y fútbol (Akal), una lectura necesaria para comprender por qué estamos ante un gran evento deportivo que pasará a la historia manchado de corrupción, pérdida de vidas y ausencia de derechos humanos.

¿Qué se va a encontrar la persona que compre el libro?

Me centro mucho en los tejemanejes y las corruptelas que ha ido generando la tiranía de Catar, no solo gracias al fútbol, con la compra de voluntades para llevarse este Mundial para lavar su imagen, sino también en cómo se ha hecho con un poder tremendo en el Estado español. Participa en grandes empresas del IBEX 35, en grupos mediáticos como Prisa, y tiene negocios con Mediapro a través de Bein Sports. Además, está el poder que ha ido tejiendo con la Casa Real española, que tan bien conocemos por los chanchullos de Juan Carlos I con los jeques árabes.

Para conocer la historia de este Mundial hay que remontarse 12 años atrás, a la concesión por parte de la FIFA de su organización, una adjudicación plagada de intereses político-económicos y de casos de corrupción.

Los nuevos actores dentro del deporte son los jeques árabes, que han entendido que para dominar el mundo deben dominar el fútbol, comprando voluntades ante la hipocresía de los Estados occidentales. Yo señalo que mientras Nicolas Sarkozy nos decía que iba a hacer un capitalismo más humano, que había que reformar el capitalismo, estaba reunido con el emir de Catar vendiendo la votación del Mundial junto a Platini, y presionando a otros países para que votaran a favor de los cataríes. En esto no solo han entrado los jeques de Catar; también Arabia Saudí está peleando para llevarse el Mundial de 2030. El propio presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en el partido inaugural de este Mundial, estaba sentado con Mohammed Bin Salman, el príncipe heredero de la monarquía saudí, que es el que mandó asesinar al periodista Khashoggi.

Ni siquiera el hecho de incluir en sus estatutos el compromiso con los derechos humanos y la lucha contra la discriminación por la orientación sexual impidió a la FIFA premiar a un país con carencias claras en derechos humanos. El dinero pudo más que todo eso.

La FIFA es una mafia, una organización criminal que ha ido vendiendo competiciones a los dictadores, como en los casos de Videla, Mussolini… y que tiene su sede en Suiza para lavar el dinero. Ya ha demostrado que vende estas competiciones al mejor postor.

Este Mundial es el más caro de la historia y el más siniestro por el elevado número de trabajadores muertos en las obras relacionadas con el evento, un hecho ante el que la FIFA ha cerrado los ojos. Ni siquiera estudia indemnizar a las familias.

Esto es un reflejo de nuestra sociedad. Mientras los obreros estaban trabajando en verano a 50 grados, se ha cambiado el calendario para que los futbolistas no jueguen a altas temperaturas. La paradoja es que hay varios jugadores que se están resfriando por el aire acondicionado de esas instalaciones que se han construido en mitad del desierto.  

¿Qué papel han jugado futbolistas, técnicos y federaciones en el proceso? Ha habido algunos gestos de protesta, pero llama la atención la renuncia a portar el brazalete de “One Love” ante la amenaza de tarjeta amarilla.

Son mercenarios del balón. Muchos de ellos acaban sus carreras en estos países. Es el caso de  Xavi, Raúl, Guardiola o Gabi, que se retiran en Catar para ganar más millones y que han perdido toda conciencia de clase. Se ha visto también en las elecciones de Brasil, cuando Neymar y Robinho apoyaron a la ultraderecha de Bolsonaro, e incluso Donato alentó el golpe de Estado contra Lula. Lo reflejó muy bien el exfutbolista brasileño Juninho Pernambucano, que dijo que se ponía enfermo al ver que gente que venía de lo más bajo, al final se ponía del otro lado. El propio Cafú, exinternacional brasileño, es embajador del Mundial de Catar y hace alabanzas del régimen tirano.

Alguna selección, como la alemana, se ha significado en la protesta. En España apenas ha habido gestos. Y los pocos han sido vetados por la Liga.

Es tremendo que hace unos días les dijeran a los aficionados del Éibar y del Alavés que no podían sacar una pancarta de boicot al Mundial porque “manchaba el fútbol”. Parece que mancha más el fútbol una pancarta que los 6.500 obreros fallecidos. Como en el caso de la Cultural Leonesa, un club controlado por Catar, en el que un aficionado sacó una pancarta a favor de los derechos humanos y fue retirada por la policía. Así opera el Estado represor español. Es cierto que hay que alabar a la afición alemana, pero también que las iniciativas españolas a favor del boicot que han hecho asociaciones como la FASFE o clubes de accionariado popular se han visto censuradas por no dejarles entrar con las pancartas para que no se vean en televisión. Tiene su explicación en que los dirigentes del fútbol hacen grandes negocios con los cataríes.

En relación con los patrocinadores, ¿deberían haber pensado más en la responsabilidad social corporativa y menos en el negocio?

Es verdad que ha habido alguna propuesta como el caso de Hummel con Dinamarca, aunque creo que también lo hacen porque mediáticamente les va a venir bien. Algunos artistas han renunciado a actuar en Catar, como Shakira o Dua Lipa, debido a la presión social, y eso habla bien de la sociedad. Otra forma de luchar es hacer boicot a las marcas que han dado su apoyo a este régimen tirano, como Coca-Cola, Visa, o la plataforma de criptomonedas Crypto.com.

La política tampoco ha dado ejemplo en este sentido. Hace pocos meses, el Gobierno recibió al emir de Catar con todos los honores.

El cinismo de España se refleja en la masacre de Melilla. Se asesina a migrantes, y ni se abre una comisión de investigación porque el PSOE ha pactado con el PP y Vox que no se lleve a cabo. Sin embargo, cuando viene el emir de Catar hay un gran recibimiento, le ponen medallas del Congreso y del Senado… Almeida dice que las monarquías de España y Catar son el ejemplo de que las sociedades avanzan. Claro, tienen mucho dinero invertido en nuestro país, en Iberdrola, El Corte Inglés, en IAG [International Airlines Group, compañía resultante de la fusión entre Iberia y British Airways]. Cada vez acumulan más poder gracias a las inversiones en sectores estratégicos como la energía o las aerolíneas. También hablo en el libro de la hipocresía de Nadia Calviño, que se escudaba en el feminismo para no salir en una foto en la que solo estuvieran hombres, pero se fotografió con el emir de Catar y sus colegas.

En el libro menciona a muchas empresas españolas y personalidades que se han beneficiado económicamente de los negocios con Catar.

La Casa Real es una de las que promueve este tipo de negocios de los jeques árabes en España. También señalo a Juan Miguel Villar Mir, este marqués que llegó a vicepresidente del Gobierno de Arias Navarro de la mano de Juan Carlos I, quien le otorgó también el marquesado; que hacía todo tipo de negocios en los países árabes con su constructora OHL, a la que ahora ha cambiado el nombre a OHLA para lavar su imagen.

No solo el fútbol ha sucumbido al dinero árabe. Golf, Fórmula 1 y muchos otros deportes también celebran grandes torneos en la zona. ¿Por qué estas teocracias han escogido el deporte para invertir en él su dinero?

Por una parte, para lavar su imagen debido a que el deporte es intocable, dada la consideración de semidioses que tienen los deportistas en la sociedad capitalista, aunque lo cierto es que los atletas son más bien esclavos millonarios de un sistema en el que no tienen ni voz ni voto. Las monarquías del Golfo saben que para dominar el mundo deben dominar el deporte. Arabia Saudí tiene ahora la Superliga de golf y a Donald Trump como aliado en la competición. Además, la prensa deportiva es la que más incumple su deber de fiscalizar a los poderosos. En lugar de hacer más cultos a los aficionados, los embrutece con programas como El Chiringuito, tanto en España como en otros países.

¿Qué opinión le merece que una televisión pública como TVE haya invertido 35 millones de euros en una competición como esta?

Es vergonzoso que la televisión pública haya comprado a Mediapro una parte de los derechos audiovisuales de este Mundial sin pasar control democrático alguno. RTVE sigue funcionando como cuando gobernaba el PP. Paga a comentaristas como Iniesta o Casillas un sueldo que no creo que sea bajo. El dinero del contribuyente financia una televisión sin control alguno. Luego presumen de apoyar el deporte femenino. Nos encontramos ante una teocracia feudal que vulnera todos los derechos de las mujeres.

En los últimos días hemos visto titulares de prensa que han querido dar una imagen positiva del Mundial.

Es curioso cómo el grupo Prisa y el diario AS en concreto llegaron a tener una web que se llamaba AS Arabia y que bendecía todo lo que venía desde el Golfo porque están en su propio consejo de administración. Su entonces director, Alfredo Relaño, fue allí a hacer el paripé y a bendecir todo lo que se estaba haciendo en el Mundial. Hubo un artículo de Joaquín Maroto, que fue director de Comunicación de Florentino Pérez en ACS y el Real Madrid, que decía que los trabajadores tenían hasta piscinas, cosa que no se creían ni ellos. Lo hacían por el dinero que ponían los cataríes en esos medios de comunicación. Al Jazeera también es catarí, y está el caso de Bein Sports, un antiguo canal de televisión participado por Mediapro y una empresa catarí. Así es cómo van entrando en los países occidentales.

La polémica intervención de Infantino, en la que defendió su celebración en Catar y arremetió contra Europa, ¿habría que enmarcarla en sus relaciones con las autoridades del país?

Él mismo vive en Catar. Está tejiendo muchas redes clientelares con ellos y quizá termine dándole también un Mundial a Arabia. Ha dejado que la FIFA haga lo que pide Catar en este Mundial, con el tema de sancionar los brazaletes contra la homofobia con tarjetas amarillas. Es peor incluso que su antecesor, Joseph Blatter.

¿Cree que Catar logrará lavar su imagen con el Mundial o le puede salir el tiro por la culata?

Esperemos que le salga mal, que los llamamientos al boicot supongan que no haya grandes audiencias. Ellos al final consegurián lo que pretenden, que es que grandes inversores vayan al país y hagan negocios. En ese propósito están. La inmobiliaria Colonial, que tiene muchos intereses en España, también está controlada por los cataríes. Es curioso que esa empresa estuviera controlada en 1992, cuando los Juegos Olímpicos de Barcelona, por Samaranch, y ahora en el Mundial está en manos de los cataríes.

Hago un llamamiento de boicot a la gente para que no siga este Mundial y no sea cómplice de esta barbaridad

El de Catar no es el primer evento deportivo de la historia que se utiliza para blanquear un régimen. ¿Seguirá esta tendencia en el futuro?

Si la FIFA sigue gobernada por la misma mafia, con los antecedentes que ya les conocemos, va a seguir de la misma manera. No soy optimista salvo que haya una gran revolución en el sistema capitalista.

Supongo que no va a ver ningún partido del Mundial.

No, no voy a ver ninguno. Y hago un llamamiento de boicot a todos mis amigos y conocidos y a la gente en general para que no siga este Mundial y no sea cómplice de esta barbaridad, de esta infamia. Algunos periodistas dicen que los aficionados no tienen que pagar por lo que han hecho los dirigentes de la FIFA. Pero si no somos capaces siquiera de no ver el Mundial, apaga y vámonos. 

1 comentario en ““Los jeques árabes han entendido que para dominar el mundo deben dominar el fútbol””

  1. En la recta final de la campaña contra el mundial de la vergüenza, vamos a lanzar un boletín recogiendo las acciones y las noticias que ha habido durante todo este tiempo. Esperamos que sirva de «resumen», para tener ordenado la historia del mundial de fútbol de Qatar, una inmoralidad que no se debe volver a repetir.
    Boletín número 1: https://noalmundialdelaverguenza.net/wpcontent/uploads/2022/11/boletin-1-MUNDIAL-DE-QATAR.pdf
    Boletín número 2- Este mundial exige gestos solidarios
    Ofrecemos un repaso por los gestos más significativos de solidaridad que ha habido -y que sigue habiendo- en Europa con los obreros muertos en la preparación del mundial… … Y el clamoroso silencio (o negocio puro y duro), de autoridades y deportistas españoles.
    https://noalmundialdelaverguenza.net/wp-content/uploads/2022/12/boletin-2-MUNDIAL-DE-QATAR.pdf
    Boletín número 3: Los trabajadores que confeccionan el calzado de fútbol para Adidas en Birmania ganan unos 2,27 dólares, po r día. Ante sus malas condiciones laborales y salariales cerca de 2.000 trabajadores de la fábrica de Pou Chen en Myanmar secundaron una huelga, según el diario Mirror. Querían 3,78 doláres, por día. Los gerentes de la fábrica llamaron al ejército al complejo y luego despidieron a 29 trabajadores.
    https://noalmundialdelaverguenza.net/wp-content/uploads/2022/12/boletin-3-MUNDIAL-DE-QATAR.pdf

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