Por un Primero de Mayo solidario y combativo

Hoy, Primero de Mayo, no celebramos. Conmemoramos. No festejamos. Luchamos.

Recordamos a los Mártires de Chicago, obreros que alzaron su voz en 1886 exigiendo algo tan simple y tan justo como lo son las ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso y ocho horas de vida. Por ello fueron perseguidos, encarcelados y asesinados por un sistema que temía la dignidad del pueblo trabajador.

Uno de ellos, August Spies, declaró antes de ser ejecutado:

“Si creéis que matándonos podéis acabar con el movimiento obrero —el movimiento del que brotan millones de corazones— entonces colgadnos. Pero aquí pisoteáis una chispa, y allá, y allá, y allá… las llamas estallarán. ¡Es un fuego que no podréis apagar!”

  • Ese fuego sigue ardiendo. Porque aún hoy, en pleno siglo XXI:
  • Hay millones de trabajadores sometidos a jornadas interminables, sin derechos, sin seguridad.
  • La esclavitud moderna existe: niños esclavizados, mujeres explotadas en las subcontratas de las grandes marcas textiles, migrantes tratados como mercancía.
  • Las multinacionales y oligarquías globales continúan acumulando riqueza a costa de nuestras vidas, salud y tiempo.
  • Mientras unos pocos viajan al espacio, la mayoría apenas sobrevive en la tierra.

Y aquí gritamos con fuerza:
¡Basta de esclavitud infantil!

Ayer, en las fábricas textiles del siglo XIX, niños de 8 o 9 años trabajaban más de 12 horas diarias por una miseria, respirando polvo y químicos, sin escuela ni juegos, sin niñez.
Hoy, en las minas de cobalto del Congo, en plantaciones de cacao en Costa de Marfil o en talleres clandestinos de grandes ciudades, millones de niños siguen siendo esclavos para sostener un sistema que alimenta el lujo de unos pocos.

Esto no es progreso. Es barbarie.

¡NO! No aceptamos la injusticia como normalidad.
¡NO! No aceptamos la precariedad como destino.
¡NO! No aceptamos la explotación como sistema.

Frente a la indiferencia, alzamos la solidaridad.
Frente al miedo, organizamos la esperanza.
Frente al capital sin alma, proclamamos la dignidad del trabajo.

Porque un mundo justo es posible, pero solo si lo construimos unidos. Nadie se salva solo.

¡Viva la lucha de los trabajadores!
¡Vivan los Mártires de Chicago!
¡Abajo la esclavitud moderna!
¡Por tierra, techo, trabajo, salud con tiempo y dignidad!

Este Primero de Mayo, que resuene el grito:
¡NO MÁS ESCLAVITUD INFANTIL!
¡NO MÁS DESCARTADOS POR EL SISTEMA IMPERIALISTA!
¡NO MÁS CANALLADAS CONTRA LOS EMPOBRECIDOS DE LA TIERRA!
¡VIVA LA SOLIDARIDAD!

AIMCE (Asociación Iqbal Masih Contra la Esclavitud)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *