Francisco Rey
El indio Rajagopal recibirá el premio “nobel de las religiones” por su trabajo y compromiso de por vida con los más empobrecidos, basado en los principios de la noviolencia de Gandhi. Rajagopal P.V., es el impulsor del movimiento indio de empobrecidos Ekta Parishad. Inspirado en el legado de Gandhi, ha experimentado toda su vida la fuerza de los débiles y la necesidad de su protagonismo en la lucha contra la injusticia. Este militante de la noviolencia es hijo de un colaborador de Gandhi y admirador del Papa Francisco.
Fue anunciado el premio el 15 de febrero de 2023 por la Sra. Flaminia Giovanelli, ex subsecretaria del Dicasterio Vaticano para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, quien forma parte del Comité del Premio Niwano de la Paz. Entre los anteriores ganadores del premio se encuentran el obispo luterano Dr. Munib A. Younan, el difunto cardenal brasileño Paulo Evaristo Arns, el sacerdote misionero anglicano y activista contra el apartheid Michael Lapsley y la Comunidad de Sant’Egidio.
En el comunicado se dice que “las acciones de Rajagopal a favor de los más pobres y marginados de su país, realizadas a través de métodos pacíficos y no violentos, y su lucha por el reconocimiento de la igual dignidad humana y los mismos derechos de todos los hombres y mujeres, independientemente de su casta o género, inspiran gran admiración». Según el Comité del Premio, “La esencia interreligiosa del activismo del Sr. Rajagopal está en reunir a los pobres, unidos en una protesta no violenta por sus derechos, sin distinción de religión”.
Enseñar a los jóvenes métodos pacíficos y no violentos
Se afirma que entre “sus logros particulares que obtienen la más alta estima incluyen negociar la rendición y facilitar la rehabilitación de las pandillas, la educación de los jóvenes al servicio de los pobres y, muy consciente de que las necesidades primarias de los pobres son el agua, la tierra y los bosques, su compromiso con el cuidado del medio ambiente”, y también se remarca que su “trabajo por la justicia se lleva adelante también a través del diálogo con las instituciones con miras a contrarrestar el fenómeno del acaparamiento de tierras, y obtener, mediante una adecuada reforma agraria, la redistribución de la tierra y la cesión de la propiedad de la tierra”. Nuestro premiado sóloutiliza su nombre de pila en público para evitar que se le asocie con el sistema de castas, lo que es un claro signo de su visión de la igualdad humana.
Lucha por la paz y la justicia social con la no violencia de Gandhi
Nacido en 1948 en Kerala de una familia gandhiana, Rajagopal comenzó a dedicarse a la promoción de la lucha social no violenta a principios de la década de 1970 cuando se mudó al distrito Chambal de Madhya Pradesh. Allí encontró una violencia endémica, consecuencia de las injusticias y agravios sufridos por la población que habían derivado en el crecimiento de las pandillas (“dacoits”). La Policía se prestaba a abrir fuego contra 562 insurrectos. Él pidió que le dejaran tiempo, y consiguió finalmente que los rebeldes depusieran pacíficamente las armas ante un retrato del Mahatma Ghandi. Junto con otros militantes de la noviolencia se convirtió en un pacificador, obteniendo la rendición e incluso la rehabilitación de los ladrones. Esa experiencia le enseñó que «el cambio de corazón es posible» Esta valiente iniciativa allanó el camino para otra de gran trascendencia que se desarrolló durante la década de 1980: la organización de programas regionales y nacionales de formación de jóvenes para promover el concepto de acción noviolenta para el cambio social.
En 1991 se consolidó Ekta Parishad, una organización popular centrada en las personas y en que ellas puedan tener el control sobre los recursos de subsistencia. Utilizando la técnica de Gandhi de marchas a pie para impulsar un mayor apoyo entre los empobrecidos y tras varias marchas estatales, en 2007 se organizó una marcha nacional a Delhi, Janadesh (“Veredicto del pueblo”) con 25.000 personas que obligó al gobierno a tomar medidas en materia de reformas agrarias y derechos forestales. En 2012 se organiza la marcha Jan Satyagraha (“Marcha por la Justicia”), a la que se sumaron más de 100.000 personas y gracias a la cual, un millón y medio de campesinos consiguieron que les fuera reconocido su derecho a la tierra. Con las marchas que se desarrollaron en años anteriores, 6 millones de personas consiguieron tierra en la India.
Gracias a Ekta Parishad, el activismo social del Sr. Rajagopal ha adquirido una mayor visibilidad nacional e internacional a través de exitosas marchas por el derecho a la tierra con la participación de miles de personas. Ekta Parishad es una labor de 40 años construyendo comunidades de abajo a arriba. Eso permitió preparar Jai Jagat para el año 2020. El reto ahora es llevar la lucha a escala global. Y para ello vino a España para reunirse con militantes del partido SAIN y pasó unos día en la casa EMAUS de Encuentro y Solidaridad.
Rajagopal en la casa EMAUS: “Ashsam de España”
Al visitarnos en la Casa Emaús el 4 de mayo de 2014, no dejo escrito. “estoy muy feliz de mi visita a Emaús. Estoy profundamente impresionado… Valoro la posibilidad de volver y estar más tiempo en la “Ashsam” (significa vida comunitaria en India)”
«El Estado está entrenado para enfrentarse a la violencia, pero no sabe cómo hacerlo con la no violencia» declaró en su estancia en España. El reto está ahora es llevar la lucha a escala global. Jai Jagat 2020 nació para eso. Diversas organizaciones colaboran con Rajagopal desde varios países; en España, el partido Solidaridad y Autogestión Internacionalista (SAIn) y militantes de Encuentro y Solidaridad. «Hoy los problemas son globales»,«Y las instituciones mundiales, como el FMI, el Banco Mundial o la OCDE, son también responsables de un modelo de desarrollo que margina a millones de personas, destruye el planeta y genera más y más violencia». Pero también empieza a oírse hoy un discurso alternativo, añade, y cita en particular el liderazgo moral del Papa Francisco a nivel mundial.
Unir a los pobres de la tierra
Jai Jagat (que significa la victoria para todos). Esta es la idea global, de algún modo, es “unir a los pobres de la tierra”. «Cuando el poder económico se siente amenazado, sus lobbies se movilizan a nivel mundial. Nosotros también tenemos que hacerlo», añade. “En India tenemos hoy los mismos problemas que Senegal o Kenia: una pequeña parte de la población se ha beneficiado de la globalización. La mayoría de la gente, sin embargo, ha quedado excluida”, argumenta Rajagopal.
¿Pero tienen algo que ver estas luchas en el sur con los problemas actuales en los países más ricos? ¿Pueden trasladarse a Europa el mismo tipo de estrategias? ”En vuestros países la gente está viendo hoy que el Estado ya no es capaz de garantizar el sistema de bienestar, y la está empezando a buscar otras estrategias, a unirse a los pobres del resto del mundo”, responde el fundador de Ekta Parishad. “Tenemos que gobernar entre todos la globalización”, añade Rajagopal, no sin lanzar una seria advertencia hacia un exceso de fe en los poderes públicos. “La gente no debe esperar que el estado resuelva todos sus problemas, y esto hoy muchos europeos no lo entienden”.
Para conseguir realmente un modelo de desarrollo más justo, es a su juicio esencial “superar el individualismo y reconstruir las comunidades. Esa es la única forma de revertir la desintegración de las sociedades: reconstruir las familias; fortalecer las iglesias, y no dejar que nos las sustituyan por supermercados y centros comerciales… El poder político sueña con convertirnos en esclavos a cambio de garantizarnos unos pocos derechos, pero no queremos eso. Eso no es democracia. Se ha perdido la capacidad de controlar el poder y necesitamos recuperarla”.
Una sociedad autogestionaria frente al poder
En 2013, durante su estancia en España, le preguntamos su opinión sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en los que tantas ONGs y organizaciones, tanta gente comprometida está poniendo el foco de su acción y sus esperanzas. Esta fue su respuesta:
“Mi posición es que todas estas grandes organizaciones a nivel internacional (ONU, FAO, OIT) tienen buenas intenciones, pero su impacto es muy limitado. Hay convenciones, pero los países no están obligados a seguirlas, son sólo buenos deseos. De esas instituciones se espera que jueguen el papel que juegan. Pero todos estos programas básicamente le dicen a la gente que es el estado el que debe ser el benefactor, ese es el concepto, el concepto del estado de bienestar.
Cuando a Gandhi le preguntaron qué clase de India quería construir, Gandhi dijo “500.000 pueblos autosuficientes y autogobernados, unidos en una nación llamada India”. Su concepto no era que Delhi (la capital) fuera fuerte y que Delhi debería proveer y la gente ser mendigos. Él y nosotros entendíamos que una sociedad se hace fuerte cuando viene de abajo a arriba, cuando la gente se organizada para ocuparse de sus propias vidas. En vez de darle todo el poder al Estado y convertirse en mendigos del Estado. Por esa pereza de la gente el estado se ha vuelto demasiado poderoso en todo el mundo, y la gente ha perdido el poder. Como el Estado quería acaparar todo el poder, los capitalistas destruyeron todas las estructuras existentes. Así que el estado ha llegado a ser demasiado poderoso. Yo no apoyo el estado de bienestar, yo apoyo una sociedad poderosa, no solo económicamente sino también que le diga al Estado como se debe comportar.
Yo pienso que creer en los Objetivos del Milenio responde a una postura como “tú estás destruyendo la naturaleza, lo estás destruyendo todo pero tienes también la responsabilidad de hacer algo por los pobres, por la gente, tienes que reducir la pobreza al 50%”, pero ¿por qué al 50%? La pobreza no es algo que reduces en un porcentaje. La pobreza es una situación que es inhumana, y debe ser abordada inmediatamente parando todo lo demás. ¿Por qué no decimos que la guerra nuclear debería ser reducida en un 50% en los próximos 10 años? ¿Por qué no decimos que la venta de armas debería ser reducida en un 50%? ¿Por qué sólo cuando se trata de los pobres decimos 50%? Hay un problema ahí.”