Diego Velicia
¿Los adolescentes son encantadores o insoportables? ¿O insoportablemente encantadores? Desde esta síntesis paradójica planteada magníficamente por Jaume Funes en el inicio del curso de Salud Mental y jóvenes nos movimos durante el curso. “Algo se mueve en la salud mental juvenil”, rezaba el subtítulo. Y pudimos comprobar que es así. Que hay otra forma de mirar a los adolescentes y jóvenes, la que tiene un adolescente de 77 años, Jaume Funes: realista, alegre, crítica… Que hay otra forma de entender la realidad de la salud mental de los jóvenes migrantes, no desde la mirada que solo les proporciona ayuda, sino de la necesidad de protagonismo de la propia vida. Que el deporte y la cultura pueden caminar de la mano para ofrecer a los jóvenes un camino de promoción. Que podemos mirar el uso de la tecnología con ojos críticos. Que toda una ciudad puede ser reconstruida desde los ojos de los niños.
Y así, casi sesenta personas hemos dedicado tres días a practicar algunos verbos: escuchar, compartir, servir, dialogar, mirar… Verbos que nos han hecho mirar la realidad y nos han animado a dar un paso más (que a veces es un paso a un lado) en nuestra tarea de acompañar adolescentes y jóvenes. Que han impulsado el compromiso de transformar nuestros entornos y las instituciones en las que nos movemos para que sean más humanas.
Nuevos retos, nuevas metas, un tema que nos apasiona. Sigamos.