Ildefonso Hervas
El sábado 12 y domingo 13 de junio de 2021 compartimos una nueva convivencia entre adultos y niños, caracterizada por combinar el contacto con la naturaleza con el conocimiento de la cultura y la historia de la región y los momentos de diálogo y reflexión en torno a aspectos importantes a plantearnos personalmente y asociadamente.
Las convivencias se organizan de manera solidaria, con la colaboración de las personas que lo organizan, asisten o nos acogen, compartiendo y poniendo en común los medios de los que disponemos, lo que hace posible que se pueda realizar (coche, tiempo, comida y habilidades culinarias, conocimientos y experiencia…).
En esta ocasión fuimos a Ziordia (Navarra), un pequeño pueblo rodeado de los parques naturales de Aralar, Urbasa y Andía. Una vez que llegamos al recinto llamado Amarauna, alrededor del mediodía, nos dispusimos con buen ánimo a caminar por los alrededores. La mayor parte del grupo subimos cuesta arriba como autenticas cabras que tiran al monte, hacia las montañas que se encontraban enfrente del pueblo. Una subida que si bien era dura y continuada, sin tregua, se suavizaba con el regalo de una sombra constante debida a la alta concentración de arbolado en la zona. De hecho, a pesar de hacer un día caluroso, hasta podías sentir frio si parabas un rato a descansar. Al llegar a la meta, pudimos contemplar la bella estampa panorámica que nos regalaba la cumbre.
Al descender y regresar a Amarauna, compartimos un agradable rato de comida, pudiendo degustar algunas variedades de arroces típicos de Iberoamérica, y en donde la charla, las bromas y las risas tampoco faltaron.
Los niños, en la mayoría de los momentos, disfrutaban de los espacios del lugar (arenero, basket, parque infantil, cama elástica, jardines, gimnasio con colchonetas…) y alguna hasta tuvo momento para hacer tareas escolares.
Ya entrada la tarde, con la asistencia de otras personas invitadas, en un cercano parque ajardinado, tuvimos una interesante aportación de Rodrigo Lastra, médico oncólogo residente en Zaragoza, con el que tratamos temas como la colaboración y la solidaridad como elemento sustantivo en la historia y la necesidad de comunidad y asociación para poder responder a los problemas de nuestra sociedad. Algunos asistentes compartieron también sus propias experiencias y reflexiones, en un clima de dialogo enriquecedor y complementario.
El domingo por la mañana tuvimos un dialogo con los impulsores del proyecto Amarauna (palabra del euskera que significa “tela de araña”), espacio autogestionado, en la que nos explicaron las motivaciones del proyecto, como se organizan…. Fue muy interesante lo que nos explicaron del proyecto y les agradecemos su acogida y su disposición a compartir su experiencia y sus inquietudes.
A continuación, tiempo para un acalorado paseo por las calles de Ziordia y por las orillas del circundante rio Arakil, preparando así a nuestros cuerpos para recibir gustosamente unos jugosos macarrones cocinados por Marta y Ana Celia. Posteriormente nos repartimos la limpieza de las zonas comunes y realizamos la recogida final para regresar a Pamplona.
Una experiencia de la que todos regresamos a casa contentos y con ganas de continuar organizando y asistiendo a estas convivencias, por todo lo que nos aportan al encontrarnos con otros, dialogar y cultivar aspectos importantes de nuestra vida.