El pasado viernes 16 Febrero tuvimos la charla «ecología y cambio social» a cargo de Franco LLobera, vecino de Torremocha y experto en desarrollo territorial y agroalimentario, nos acercamos a la realidad de la ecología y el cambio social, dentro del ciclo que estamos llevando a cabo en la Casa Emaús hasta julio sobre Ecología integral.
Dejamos a continuación unas breves pinceladas que ofrece el propio autor sobre lo tratado durante su intervención.
Hemos considerado para los dos términos del titulo: “ecología” y “cambio social” tres niveles de profundidad en la conceptualizacion y análisis: problema, enigma y misterio; conceptos tradicionales en la filosofía y antropología critica y cristiana de Kirkegard (finales del XIX), a Unamuno (principios del XX) y a Miguel García Baro (principios del XXI). Estos conceptos de: problema, enigma y misterio, los usamos para en diferenciar entre el ecologismo como la denuncia del grandísimo problema del deterioro ambiental (perdida de biodiversidad, sustancias toxicas, cambio climático, contaminación aguas, etc), la ecología como ciencia, como manifestación del enigma de la vida y las nuevas preguntas para comprender (y explicar mejor) el funcionamiento del holobionte planetario (gaia), y conocer más profundamente la vida; y la escosofía entendido como la expresión del misterio de la vida, del otro, de la muerte, del amor desde un planteamiento planetario. Y estas son también tres escalas de profundidad para mirar el cambio social. Un cambio social que formule los problemas de una sociedad injusta, pero también el enigma de como evolucionara la sociedad y la organización política y económica en las próximas décadas, un cambio que no llega en la medida en que lo hemos esperamos y anhelamos, pero que está abierta al misterio, a la sorpresa, y en ultima instancia a la presencia del cuerpo místico, o a la sorpresa de la vida (según como se enfoque, más teológica o mas ecosoficamente).
Este mapa de los desafíos ecológicos y sociales, entendidos en sus tres niveles o escalas de problematicidad, enigma y ciencia, y misterio proponemos que integran la aproximación a una ecología integral que formula la encíclica Laudato si de 2015, y la carta laudatum dei en 2023.
El enfoque de “ecología y el cambio social” no es solo un espacio para la critica ecológica y social, o para denuncia de los problemas ecológicos y sociales, graves, en que vivimos inmersos; tambien debe ser una forma de apertura a nuevos enigmas, que provoquen a una ciencia demasiado materialista y determinista, y a una sociedad incapaz de reaccionar. Hay enigmas cargados de esperanza como los relacionados con la autopoyesis de la vida en el planeta, y la evidencia de que tras cada gran extinción en la historia de la vida en la tierra (y el problema de la sexta extinción formulado por Extintion rebelion), ha aumentado siempre la biodiversidad y la biomasa planetaria, y que frente al antropoceno como critica historica, hay una noosfera (Theilard de Chardin) como esperanza planetaria.
Desde la Ecología Integral, o una ecología espiritual de cualquier marco cultural de creencia, teniendo en cuenta las evidencias de las ciencias de la Vida, es inevitable mantener la esperanza (segura) frente a cualquier derrota (por ciertas que sean). Y hay siempre sorpresas pendientes mas allá de las evidencias científicas actuales. Y hay creatividad pendiente frente a la nemesis de la cultura (endémica falta de creatividad ante los problemas que formulo Arnold Toynbee como una de las causas del final de las civilizaciones ); frente a las evidencia de fragilidad (desafio de la fragilidad), frente a la sexta extinción y de la destrucción de la biodiversidad y la vida, hay una séptima creación inminente. Porque lejos de un definitivo final de los tiempos sera con mayor posibilidad escatologica (y probabilidad biologica) un profundísimo cambio de eón[1]. Y el omega tira de nosotros.
[1] Eon o aion son las grandes edades temporales en que el gnosticismo organizaba el tiempo de la creación