Imágenes icónicas de paz y noviolencia de la agencia Magnum. Martin Luther King

Francisco Rey Alamillo

Leonard Freed es conocido por algunos como el fotógrafo del Movimiento de Derechos Civiles Americanos. Acompañó  Martin Luther King en su marcha de Alabama a Washington y lo recogió en el libro Black in White America, publicado en 1968.  Freed realizó en Baltimore esta famosa fotografía de Martin Luther King en la que aparece poco después de recibir el premio Nobel de la Paz de vuelta de Suecia.

El 28 de agosto de 1963 fue un día histórico para la democracia en Estados Unidos. Más de 250.000 personas se reunieron en el National Mall de Washington para organizar una protesta pacífica exigiendo igualdad de derechos e igualdad económica para los afroamericanos. Encabezada por un contingente de organizaciones de derechos civiles, la Marcha en Washington por el Empleo y la Libertad pidió la eliminación de la segregación en las escuelas públicas, la protección del derecho al voto y un programa federal para capacitar y ubicar a los trabajadores desempleados. Esta manifestación histórica finalmente condujo a la aprobación de la Ley de Derechos Civiles de 1964 y pronto se convirtió en la expresión icónica de protesta social que inspiró el movimiento por los derechos de las mujeres, así como los derechos de los discapacitados y otros grupos privados de derechos, y sirve hasta el día de hoy como un plan de acción democrática.

En la marcha  sobre Washington el  28 de agosto de 1963, Leonard Freed sacó esta imagen 

El profético discurso de Luther King Jr. «I have a dream»Tengo un sueño, fue pronunciado aquí junto a la base del Lincoln Memorial.

Henri Cartier-Bresson  realizó esta otra fotografía del estudio del pastor Martin Luther King en Atlanta, Georgia, Estados Unidos en 1961.

Otro fotoperiodista de Magnum (2), Bob Henriques Martin  hizo esta foto de Luther King Jr. hablando ante la multitud en la Peregrinación de Oración por la Libertad el 17 de mayo de 1957, en Washington DC, Estados Unidos. 

Bruce Davidson  realizó esta otra fotografía de la Gran Marcha de la Libertad. Martin Luther King Jr. encabezó un grupo de manifestantes desde Selma hasta Montgomery para luchar por el sufragio negro.

Bruce Davidson también documentó las históricas Marchas de Selma, un punto de inflexión fundamental en el movimiento estadounidense por los derechos civiles.

El 22 de marzo de 1965, unos 300 manifestantes por los derechos civiles iniciaron una marcha desde Selma, Alabama, hasta la capital del estado de Montgomery para enfrentarse a las instituciones locales que obstruían el registro para votar de los afroamericanos. Tres días después, su número había aumentado a más de 25.000 cuando se reunieron en el edificio del capitolio estatal para escuchar un discurso pronunciado por Martin Luther King, Jr. y entregar una petición al gobernador segregacionista George Wallace.

Esta marcha fue el tercer intento en 1965. La primera se realizó el 7 de marzo, cuando la policía estatal y del condado impidió y luego atacó a los manifestantes en el puente Edmund Pettus de Selma. Dos días después, Martin Luther King, Jr. encabezó una marcha ceremonial a través del puente para una breve sesión de oración antes de recibir una orden judicial que puso fin al evento. Estas tres marchas, incluida la sangrienta represión en el puente Pettus, fueron muy publicitadas y llamaron la atención nacional sobre los derechos de los votantes en el Sur.

Consternado por lo que había visto, el 15 de marzo el presidente Lyndon B. Johnson presentó un proyecto de ley al Congreso que se convertiría en la Ley de Derechos del Votante, una de las leyes de derechos civiles más efectivas jamás implementadas. En 1960 había 53.000 votantes negros registrados en Alabama, pero en 1990 esa cantidad era 10 veces mayor.



King fue asesinado en 1968 mientras se prepara para liderar una huelga de trabajadores en apoyo a los derechos civiles. Su legado sigue siendo una inspiración para aquellos que luchan por la justicia y la igualdad, y su compromiso con la no violencia y la defensa de la vida aún resuena hoy.

Constantine Manos fotografió en Atlanta, Georgia, Estados Unidos en el año 1968 a su esposa Coretta King junto a sus hijos alrededor del ataúd abierto de funeral de su marido Martin Luther King

King creía en la noviolencia como una fuerza poderosa para el cambio social. En su discurso más famoso «Tengo un sueño» pronunciado en el Lincoln Memorial en 1963, King dijo: «La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad; solo la luz puede hacerlo. El odio no puede expulsar al odio, solo el amor puede hacerlo». King también se opuso a la guerra de Vietnam, argumentando que la guerra no solo era inmoral, sino que estaba desviando valiosos recursos y energía que podrían ser utilizados para abordar los problemas sociales y económicos en el país.

En su famoso discurso «Más allá de Vietnam: una hora de tomar una posición» en 1967, King dijo: «Me niego a aceptar la idea de que la humanidad esté tan trágicamente unida al mismo maremoto cósmico que se lleva a los débiles y a los fuertes por igual a la muerte final de la destrucción atómica».  No dudaba en afirmar que “ la violencia hacia otro ser humano debe volverse tan aborrecible como comer la carne del otro”. Para él la Noviolencia es «un estilo de vida para personas valientes, es resistencia activa sin violencia contra la injusticia ye mal, eligiendo el amor en lugar del odio». “El negro no puede ganar mientras esté dispuesto a sacrificar las vidas de sus hijos por la comodidad y la seguridad”.  

Para Luther King “La justicia es indivisible; la injusticia en cualquier lugar es una amenaza para la justicia en todas partes». Es decir, la injusticia , allí donde se halle, es una amenaza para la Justicia en su conjunto. Quería decir con ello que el problema de justicia con los negros estaba en relación con el problema de la justicia de cualquier ser humano. Y que no podemos luchar por uno y desentendernos del otro. Es decir, que la justicia es un valor universal. No es defendible solo en circunstancias específicas, sino en todo momento y todo lugar.

No podemos acabar este apartado sin recoger alguna imagen de una de las cuyo testimonio y amistad marcó  la vida Martin Luther King. Se trata de Rosa Parks, la madre del movimiento de los derechos civiles en EEUU.

En la imagen  de Constantine Manos del año 1968 aparece Rosa Parks en el funeral de Martin Luther King Jr. Atlanta, Georgia .


En esta otra imagen de Eli Reed de 1995 aparece también Rosa Parks

En 1943, Rosa Parks se convirtió en secretaria de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP) donde forjó amistad con Martin Luther King. El 1 de diciembre de 1955 tuvo el incidente en Montgomery que le hizo mundialmente famosa. Se negó a obedecer al chofer del autobús que le ordenó que cediera su asiento a un pasajero blanco. Esto motivó que fuera arrestada y encarcelada.

Se organizó en protesta un boicot, liderado por el entonces poco conocido Martin Luther King, que duró 382 días y contribuyó a que la causa de los afroamericanos fuera conocida en todo el mundo. Rosa Parks, de profesión costurera, sembró una pequeña semilla que cambió el mundo sin que ella lo supiera.

Terminamos este apartado con esta imagen realizada por Eli Reed  y con estas palabras de Rosa Parks: «Dios siempre me ha dado la fuerza para decir lo que es correcto. No me subí al autobús para ser arrestada; me subí al autobús para irme a casa. Ser arrestada fue uno de los peores días de mi vida. No fue una grata experiencia. [Pero] ya que siempre he sido una fuerte creyente en Dios, sabía que El estaría conmigo, y que solo Él podría llevarme a dar el siguiente paso… Sabía que podría haber sido linchada, maltratada, o golpeada cuando llego la policía «

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