Ana Sánchez
Uno de los impulsores de www.despilfarroalimentario.org, José Santos, con el que hemos tenido el gusto de trabajar habitualmente en este campo, ha sido galardonado con uno de los premios “Ingenia Valladolid” por el proyecto “Realimenta Valladolid” para poner en marcha un plan que contribuya a reducir un problema que existe también en nuestras ciudades y sobre el que cada vez hay mayor conciencia que es el despilfarro de alimentos.
En ayuntamiento de Valladolid planteó esta primera Edición de los Premios «Ingenia Valladolid» con el objetivo de «invertir» en ideas y contar con la aportación de la ciudadanía para avanzar en todos los ámbitos de la vida en el municipio.
La propuesta consiste en facilitar desde el Ayuntamiento un plan de reaprovechamiento de los alimentos sobrantes, contando con la red de solidaridad vecinal y con el trabajo de voluntarios. En concreto se propone generar una red de recogida de alimentos sobrantes y su gestión en una ubicación concreta de la ciudad desde donde se realice el reparto o recogida de los mismos respetando todas las normas de seguridad alimentaria.
El despilfarro de alimentos es un grave problema ético/moral, económico y medioambiental para cada ciudad y para todo el planeta y sus habitantes. Todos los días se desperdician en la ciudad varias toneladas de alimentos perfectamente válidas para su consumo humano (en una ciudad media, como Valladolid son 15 millones de kilos de alimentos al año en buen estado, es decir, 40.000 kilos al día). Este aberrante despilfarro de alimentos sería perfectamente evitable en su mayor parte si se generara una conciencia personal y colectiva del problema que supone y se contara con los cauces necesarios para solventarlo.
Mientras se seguimos tirando alimentos a la basura deshaciéndonos de ellos desde el origen o eliminándolos en la distribución, muchos de nuestros vecinos sufren dificultades económicas que les impiden mantener una alimentación suficiente, variada y saludable, teniendo que acudir a las ayudas de bancos de alimentos u otras entidades. Diariamente vemos personas en nuestras ciudades buscando comida en los contenedores. Nadie tiene que llegar a ese extremo y se pueden hacer llegar estos alimentos, en lugar de tirarlos a la basura, en condiciones de máxima salubridad y dignidad para las personas que pasan por situaciones de carencia.
Con este proyecto quiere recordarse también que el despilfarro de alimentos genera problemas de destrucción de bienes comunes y recursos escasos (agua, suelo, trabajo, energía, fertilizantes, semillas…); provoca contaminación de los mismos y contribuye decisivamente al cambio climático (si el despilfarro de alimentos fuera un país, sería el tercero en emisiones de GEIs, tras EEUU y China). A nivel municipal, además de lo dicho, supone un esfuerzo económico la gestión de los residuos y vertedero.