Libro descargable en homenaje a Guillermo Rovirosa

Guillermo Rovirosa. Con Cristo desde los pobres.

Rovirosa, escandalizado por el falso cristianismo, en su juventud se hizo ateo. En su sincera búsqueda de la verdad se convirtió a Cristo en la Iglesia. La Iglesia le pidió que se dedicara a la evangelización de los obreros, de los pobres… y decidió hacerlo como Cristo, encarnándose, desde abajo, compartiendo la vida, mentalidad y las luchas de los oprimidos.

Para Rovirosa la evangelización la hacemos todos. La jerarquía es una pieza básica, insustituible, pero no es toda la Iglesia. En la construcción del mundo según el evangelio los laicos tienen mayor responsabilidad, mayor trabajo, mayores competencias y más protagonismo.

Sólo equipos de sacerdotes y seglares, en colaboración, podrán llevar adelante la tarea de la Iglesia, del Cuerpo Místico, para acoger el Reino de Dios.

Rovirosa era un laico, universitario y científico, que a través de la encarnación, de la pobreza, de la humildad y del sacrificio, entrega su amor a la Iglesia.

Un bautizado que soñó con una Iglesia de conversos, es decir, de hombres libres. No quiso una Iglesia de hombres infantiles, de mediocres capaces de hacer «pactos con Dios». Entregó su vida al servicio del IDEAL de hacer un mundo nuevo (no un mundo mejor) donde realizar el «hombre nuevo» del Evangelio.

Su radicalidad (ir a las raíces) puede hacer que los superficiales vean simplemente un exaltado, cuando decía: «Siempre estaré donde únicamente los pobres dirijan su vida personal y colectiva», o cuando anunciaba: «El día que se lo propongan, todos los capitalistas invadirán todo el planeta de coches, televisiones y artefactos inútiles de toda clase, como las mejores armas para destruir el mundo obrero». Era un entusiasta, no un iluso.

«En el mundo, -decía también-, más que un global reparto de la riqueza, lo que conviene es un equitativo reparto de la austeridad».

Era una persona incómoda y signo de contradicción también para él y para su obra. Estimaba que el compromiso bautismal del cristiano era el hecho central de la vida cristiana, que establece la comunión del converso con la Santísima Trinidad.

Rovirosa es una gloria que pertenece a la Iglesia universal y no se debe ocultar su luz debajo del celemín. Por eso, desde el 8 de julio de 2003 está en proceso de canonización.

Querido lector te invitamos a descargar este material que quiere ser un homenaje de vida entregada a los empobrecidos.

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