Tres testigos: Dorothy Day, Guillermo Rovirosa y san Pablo VI, en su 125 aniversario

Francisco Rey

Este año conmemoramos el 125 aniversario (1897-2022) del natalicio de Guillermo Rovirosa y Dorothy Day. Son dos grandes conversos que están en proceso de beatificación. Ambos, apóstoles de la clase obrera pobre, vivieron con alegría su amor al magisterio social de la Iglesia y se adelantaron al Concilio Vaticano II . El papa que clausuró los trabajos del Concilio Vaticano II fue san Pablo VI. El hizo posible la culminación del Concilio Vaticano II y su clausura en diciembre de 1965. Este Papa viajero y del diálogo vio la necesidad de tender puentes con la clase obrera pobre y sentó las bases pastorales de la evangelización en el mundo del trabajo, a la luz del Vaticano II. San Pablo VI, nació también en 1897, el mismo año que Guillermo Rovirosa y Dorothy Day. Los tres sufrieron las insidias y las calumnias dentro de la Iglesia. Los tres son TESTIGOS para nuestro mundo.

San Pablo VI sufrió mucho. Le tocaron tiempos difíciles del convulso siglo XX, si tenemos en cuenta los dolores del mundo y la problemática de laIglesia. No faltaron voces (de derechas o de izquierdas) que lo culparan, en esta crisis de la Iglesia, o de exceso de audacia o de falta de coraje. Pareciera que el capitán de la barca tuviera siempre la culpa de la furia de las tormentas.

San Pablo VI es considerado también el Papa del diálogo y la reconciliación entre las diferentes Iglesias. Con estas palabras explicaba Pablo VI a su amigo Jean Guitton la importancia que su madre, su padre y su familia habían tenido en su vida y en su vocación de servicio a Dios y al hombre: «A mi madre debo el sentido del recogimiento, de la vida interior que es Oración y de la Oración que es meditación. Toda su vida ha sido un don. Al amor de mi padre y de mi madre, a su unión, debo el amor a Dios y el amor a los hombres”. Y como no recordar esta llamada de Pablo VI: “Una conversión personal y cambios profundos de las estructuras que respondan a las legítimas aspiraciones de los pueblos hacia una verdadera justicia social.”

El papa Montini pronunció un histórico discurso en la ONU en 1965. Dijo que la ONU había de ser «un puente entre los pueblos», ya que su vocación era «hacer fraternizar no a algunos pueblos, sino a todos». Y les animó a que continuaran avanzando en esta línea. También les exhortó a «que nadie sea superior a los otros, que no esté uno encima del otro», ya que solo así se conseguiría la «fórmula de la igualdad». El papa proclamó solemnemente: «Nunca más los unos contra los otros; nunca más». Por eso recordó las palabras del presidente John Kennedy, que el 1961 dijo: «La humanidad ha de poner fin a la guerra, o la guerra será quien acabe con la humanidad». El papa, solemnemente expresó un grito de esperanza: «Nunca más la guerra, nunca más».

Guillermo Rovirosa,( 1897, 1964) fue promotor de militantes cristianos pobres. Impulsó la militancia cristiana de los obreros pobres en los años 40 del siglo XX, en una España de la postguerra marcada por la miseria, cultural y socialmente sin esperanza. Durante la guerra civil fue nombrado unánimemente por sus compañeros de trabajo presidente del consejo obrero, lo que le valió que, hacia el final de la guerra, en septiembre de 1939, el general Francisco Franco lo condenara a 12 años de prisión en la cárcel de Porlier . La denuncia la hizo un alto cargo de su empresa, al que Rovirosa perdon. La conversión a Cristo a sus 32 años, de este investigador y amante de la verdad, tras renegar de su bautismo y buscar en diferentes religiones, supuso una revolución personal de alegría y entusiasmo con la que se comprometió con los más pobres en la lucha por la justicia y la solidaridad y con un gran amor a la iglesia. Cuando la izquierda española estimó que la única salida para la clase obrera era la guerrilla o el exilio, Rovirosa creyó que era indispensable una nueva promoción de militantes y fue el principal impulsor de la Hermandad Obrera de Acción católica (HOAC). Los primeros militantes cristianos de la HOAC fueron conversos provenientes del anarcosindicalismo, comunismo y socialismo. Fundó el periódico «¡Tú!», que llegó a alcanzar una tirada de 45.000 ejemplares y que dejó de publicarse por la censura. EL Tú fue “la bestia negra” de los ministros de Franco. ¿Fue esta militancia cristiana la que impidió una segunda guerra civil en España? Hoy está en proceso de beatificación. Varios de sus amigos (entre ellos Julián Gómez del Castillo), impregnados de su espiritualidad de encamación y su estilo militante, pondrán en marcha el Movimiento Cultural Cristiano. «Siempre estaré donde únicamente los pobres dirijan su vida personal y colectiva”, decía.

Y afirmaba que: “El valor fundamental de la humanidad es la persona humana y es positivo cuanto tiende a desarrollar su personalidad, basada en su dignidad y su libertad, en la justicia y en la verdad. Es negativo todo mito (Estado, raza, prestigio nacional, partido, clan, riqueza, casta, imperio) que para sostenerse necesita víctimas humanas, sacrificándoles a veces la vida física, o su dignidad, o su libertad, o sus posibilidades de perfeccionarse”.

Dorothy Day, (1897-1980), fue una periodista de Estados Unidos, luchadora por la justicia social en defensa de los pobres. Su periódico el «The Catholic Worker» lanzó su primer ejemplar el 1 de mayo de 1933, con informaciones sobre las huelgas, el paro, la explotación infantil, los salarios ínfimos de los negros, etc. Creo un movimiento por la justicia social y la solidaridad con los más necesitados. Durante la Gran Depresión crearon numerosas Casas de Hospitalidad. Esta mujer anarquista, divorciada que abortó por miedo a ser abandonada por su amante, se convirtió al catolicismo. Dorothy viajó por América durante 40 años hablando en escuelas, parroquias, visitando a huelguistas, ayudando a arrendatarios expropiados. «Hay que vivir con los pobres y tomar parte también bien en sus sufrimientos», decía. Estuvo en prisión muchas veces, por manifestarse contra la guerra del Vietnam, por permanecer sentada en los bancos del parque durante los simulacros de ataques nucleares, y la última vez, a los 76 años, por manifestarse junto con Cesar Chávez y el sindicato de agricultores. Al final de su vida siguió luchando contra la mentalidad de consumo que utiliza el capitalismo y lo expresaba con estas palabras: «Uno de los mayores pecados es instilar en el corazón del trabajador el ansia compulsiva de vender la libertad y el honor para satisfacer los deseos promovidos por la publicidad. Las guerras tienen que ver con la promoción de nuestro estilo de vida consumidor«.

El Cardenal Jhon O’Connor, manifestó que «la beatificación de Dorothy Day podría recordar a muchas mujeres de hoy lo grande que es la misericordia de Dios». En1980, a los 83 años, Dorothy Day falleció, después de una vida llena de pobreza voluntaria por amor a Cristo y los pobres.

El papa Pablo VI fue canonizado el 14 de octubre de 2018 por el Papa Francisco. Pablo VI afirmó sabiamente que “el hombre contemporáneo escucha más a gusto a los testigos que a los maestros o si escucha a los maestros es porque son testigos” (Evangelii Nuntiandi 41). Esperamos que estos dos testigos de Cristo que tanto lucharon por la justicia social y los pobres: Guillermo Rovirosa y Dorothy Day, sean también beatificados pronto.

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