Javier Gómez
El último libro que hemos leído en el club de lectura de Valladolid ha sido Las gratitudes de Delphine de Vigan, una escritora francesa muy conocida en su país por su libro Nada se opone a la noche y que ha recibido numerosos premios.
Las gratitudes es una novela escrita con un estilo sencillo y cercano, con muchos diálogos vivos, a veces divertidos, que nos acercan a los sentimientos profundos de tres personajes.
La narración a dos voces de sus encuentros plantea esas cuestiones que dejamos para mañana o pasamos de puntillas por inercia e indiferencia.
¿Nos mentalizamos que el envejecimiento es aprender a perder y vivir con temores?
¿Somos conscientes de la perdurabilidad de la penas infantiles?
¿Asumimos que ser humano pasa por cuidar al otro, amparar y consolar?
¿Estamos atentos a palabras, silencios y ausencias que dicen lo que nos salva? ¿Cultivamos vínculos con lo débil-frágil que den sentido a nuestra vida?
¿Tenemos presentes a quiénes debemos gratitud?
Porque ahogar el dolor de la vida solo es posible desde la acción de gracias que supone desvivirse por alguien.
Las gratitudes nos habla de los cuidados, de la vejez, del paso del tiempo, de qué hacer con esos «gracias» que se nos han quedado sin decir.