Top Manta: moda ética más allá de la lucha sindical

Fuente: theobjective.com

Autor: Lucas Méndez Chico-Álvarez

En 2017, tras dos años de fatigosa lucha burocrática, el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona consiguió crear Top Manta, un proyecto solidario con un objetivo claro: ayudar a las personas inmigrantes que se tienen que ganar la vida en la calle. «Sabíamos que no era suficiente seguir sólo con la lucha sindical, debíamos ser más creativos si queríamos buscar nuevas soluciones y así es como surgió la marca», explica Lamine Sarr, portavoz del sindicato.

Actualmente, Top Manta se ha consolidado hasta tal punto de contar con su propia tienda física en el barcelonés barrio del Raval y presume de haber logrado la inclusión social de 120 manteros, que han obtenido los papeles gracias a la actividad sindical.

Sin embargo, una vez recorrido el camino, Lamine Sarr echa la vista atrás y recuerda que no fue nada fácil conseguirlo: «Lo que más nos costó fue crear una marca, una asociación, sin tener los papeles, porque lo primero que necesitas aquí antes de tramitar cualquier cosa son los documentos. No podíamos abrir una cuenta bancaria y lanzar nuestro crowdfunding. Es lo que hace el sistema, primero te abre un camino y después lo cierra».

Al final, como suele pasar, la ayuda humana acaba siendo el mejor remedio en contra de los fríos impedimentos burocráticos. «Gracias a las personas a las que no les importa compartir sus privilegios, pudimos superar esa barrera, volver a registrar los estatutos de la escritura y poner personas que pudieran abrir una cuenta bancaria», agradece el portavoz del sindicato.

El tono de Sarr cambia radicalmente cuando es preguntado por la relación que suele hacerse entre el top manta y las mafias. «A mí cuando me hablan de mafias, lo primero que respondo es que la primeras grandes mafias son los gobiernos que dejan pasar todas las mercancías en sus puertos, los mismos que dicen que cuando alguien entra aquí es una persona ilegal, mientras van a nuestros países a explotar los recursos naturales y a colocar embajadas inoperantes para ganar dinero. Ellos son los verdaderos mafiosos, nosotros sólo vamos a unos almacenes a comprar, para luego vender y ganarnos la vida».

«No solo estamos en la calle vendiendo -continúa- hay personas que trabajan en el campo a las que les maltratan, no les respetan, no les pagan bien y tienen que trabajar bajo muchos riesgos. El Gobierno sabe bien todo esto y no hace nada».

Por eso, las reclamaciones del sindicato van más allá de la despenalización de la venta ambulante. Según su portavoz, la solución más rentable y duradera es erradicar la Ley de Extranjería actual, una ley que no duda en calificar de «criminal», un obstáculo para conseguir los papeles y trabajar legalmente.

Ande Dem, «caminar conjunto» hacia un mundo más justo

Hasta el momento Top Manta ha sido la mejor herramienta del sindicato para dar visibilidad y ayudar a un colectivo olvidado por las instituciones. El último movimiento de la marca ha sido sacar su propia línea de calzado.  Unas deportivas hechas para «caminar conjunto», que es el significado de Ande Dem en wólof – lengua nativa de las regiones de Gambia y Senegal-. Un ambicioso proyecto cuyos beneficios se destinarán ayudar a los manteros de Barcelona y sus familias, con el objetivo de que consigan los papeles y puedan dejar la manta.

«No se trata solo de hacerlo, hay que hacerlo bien», reza el eslogan de la campaña, que recuerda mucho al famoso lema de una multimillonaria compañía de ropa deportiva. Sin embargo, Sarr específica que no se trata de un ataque a una marca concreta: «El objetivo del sindicato es mucho más grande que ese, nosotros lo que criticamos es el sistema en su totalidad, por eso hemos querido hacerlo bien con una producción con criterios eficaces y sostenibles».

Así es como Top Manta defiende los valores del comercio justo, incidiendo en el hecho de que «las zapatillas han sido fabricadas en talleres locales de Alicante y Portugal, con productos de alta calidad, materiales veganos y asegurando la trazabilidad de todas las piezas».

Para ello, han contado con la colaboración de Sara González de Ubieta, Premio Ciudad de Barcelona de Diseño en 2019 y la diseñadora gráfica e ilustradora Helga Juárez. Una iniciativa en la que ambas se han implicado para aportar experiencia profesional y contactos al proyecto.

Para el proceso de creación, Sara G. de Ubieta explica que era importante que en el diseño se creara «marca» para visibilizar el proyecto social que hay detrás, «por ese motivo -aclara- los detalles de logo y naming se repiten en varios componentes del calzado». Por su parte, Helga Juárez habla de la necesidad de aportar algo nuevo vinculando la cultura africana con la ciudad de Barcelona, que es donde se encuentran y desde donde trabajan los miembros del colectivo. «La idea era conseguir un producto contemporáneo con ciertas reminiscencias a un producto más artesanal», comenta Juárez.

Las diseñadoras de Ande Dem reconocen que el mayor problema al que han tenido que hacer frente llegó a la hora de conciliar precio (115 euros) y producción sostenible. «No es fácil hacer un producto de calidad, accesible al gran público y con todas estas premisas impulsando un consumo consciente», explica Juárez. González de Ubieta lamenta que producir localmente encarezca los costes, pero se muestra muy segura a la hora de afirmar que se trata del mejor camino, «creemos que el consumo debe ser reflexivo y no impulsivo», sostiene la diseñadora.

Más allá del esfuerzo que ha costado poner en común un diseño atractivo, capaz de aunar modernidad, tradición y una producción responsable, ambas reflejan verdadera satisfacción a la hora de hablar sobre el resultado y se muestran muy agradecidas por haber tenido la oportunidad de colaborar en el proyecto. También explican que se han sorprendido por la gran acogida que ha tenido el lanzamiento y la amplia difusión que se ha realizado tanto en las redes sociales como en los medios de comunicación.

Y es que no han sido pocas las caras reconocibles que han apoyado la iniciativa de Top Manta: Álvaro Cervantes, Rigoberta Bandini, Mercedes Milá, Alba Flores o Samanta Villar son solo algunos de los rostros del mundo de la cultura que han ofrecido su apoyo en Instagram a la promoción de Ande Dem.

Un modelo exportable

Es posible que el apoyo unánime que ha recibido la marca desde el principio y, con el lanzamiento de Ande Dem en la actualidad, se deba a la necesidad de ver proyectos que impliquen soluciones eficientes para problemas estructurales; ya que, al final, cualquier propósito que surja de la solidaridad y el buen hacer siempre suele ser bien recibido por la mayoría de la sociedad. En este caso, se trata de generar oportunidades para un colectivo tradicionalmente marginado, cuya voz no suele tener cabida en el debate público.

Sobre si el caso de Top Manta es extrapolable al resto de España, Lamine Sarr cree que sí: «Nuestro objetivo a largo plazo es sacar a los manteros de la calle, regularizar su situación y darles un trabajo estable. Por eso, pienso que si logramos lanzar la marca en diferentes ciudades de España e incluso fuera del país, puede ayudar a muchísimas más personas».

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