Hilda Cantarín
En estos días previos a la Navidad, hemos compartido en la CCyE de Valladolid la lectura de un libro de un autor de Palermo, al sur de Italia, que se llama Giosuè Calaciura
Un recién nacido aparece abandonado en el último asiento de un tranvía que surca la periferia de una ciudad sin nombre. Alguien ha decidido confiar al niño a los brazos del mundo. Y el «mundo» que lo acompaña en ese primer viaje de su vida es esa parte de la humanidad a la que no se le suele prestar atención, la mano de obra de la pobreza: un vendedor ambulante de paraguas, una joven prostituta africana, un muchacho negro sin papeles o un mago inmigrante que ha perdido la memoria.
Es la historia de lo que ya nos han dicho pero no terminamos de entender de que el Señor revela la verdad a los pequeños. En nuestras calles de Europa nace un niño y sólo pueden verlo los que no tienen nada más; por nuestras calles de luces y centros comerciales, de cabalgatas y músicas de cascabeles está pasando una estrella, pasa el hijo de Dios y no podemos verlo.
Un libro que engancha desde el principio, que cuenta, con calidez y realismo, pequeñas historias de personas que luchan por sobrevivir soportando humillaciones y privaciones y cuya vida les hace capaces de comprender en el desvalimiento y la santidad del niño, la santidad de su vida.
Un buen libro para regalar, para desincrustar las imágenes ñoñas e insulsas que nos alejan de la comprensión de lo que sucede en Belén. Un buen libro para comentar y compartir.